La nueva composición del Consello Galego de Bioética incluye entre sus miembros a los siete integrantes que no dimitieron tras la decisión de la Consellería de Sanidade de no publicar un informe suyo sobre las desigualdades en la asistencia sanitaria. Esa postura de la Xunta provocó una cascada de dimisiones, alegando falta de independencia en su labor. Tras la polémica, se tuvo que renovar el órgano y hasta el nombre, y entre sus miembros no figuran ninguno de los dimisionarios.