La Xunta prevé que Galicia supere el 1,8% de crecimiento económico en el tercer trimestre para poder cerrar el año alcanzando la previsión del 2%, contexto que permitirá cumplir las metas para 2016: crecer un 2,5% y crear 18.000 puestos de empleo, situando el paro en el 18,1%. A unos días de que se conozcan los datos oficiales, el conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, defendió el rumbo de la economía gallega para "consolidar el crecimiento" y así mejorar tanto los datos de los dos primeros trimestres de este ejercicio -1,3 y 1,8%-, tarea a la que contribuirá la "estabilidad" del Ejecutivo autonómico y los presupuestos para el próximo ejercicio, que superaron el primer trámite parlamentario ante una oposición que los censuró en bloque y los tachó de "electoralistas" e incluso "propaganda".

Las cuentas gallegas para el año próximo ascienden a 8.804 millones, 365 más que el presente ejercicio, lo que permitirá, según explicó Martínez, poner en práctica las políticas que "siempre quiso [este gobierno] aplicar, pero que la bajada de la recaudación impidió". En primer lugar, la "mayor rebaja fiscal de la historia" de la autonomía, en alusión a la reducción de la franja autonómica del IRPF, promesa que lanzó Alberto Núñez Feijóo en 2009 cuando accedió por primera vez a la Presidencia de la Xunta, o de sucesiones y donaciones. En segundo, la mayor oferta de empleo público en siete años con 2.100 plazas, casi el doble de las 1.196 del presente curso. De los nuevos puestos, 1.000 serán para el sector educativo, mientras las restantes se dividirán entre el resto, teniendo en cuenta que se prevé estabilizar a la mayor parte de los 712 interinos del servicio contra incendios. En sanidad, la Xunta podría cubrir por primera vez el 100% de sus bajas, que este año ascenderán a 805. Además, creará una lista de contrataciones temporales para personas con discapacidad intelectual.

La sesión parlamentaria sirvió para evidenciar los países antagónicos que dibujan gobierno y oposición y la dificultad para encontrar puntos de consenso. El responsable de Facenda defendió las políticas aplicadas desde 2009 y contempladas en las cuentas para 2016, de las que destacó que "el auténtico tijeretazo que esconden es el recorte de los intereses de la deuda", que caen un 20%.

Además, destacó que las rebajas de impuestos permitirán incentivar el consumo de la población y destinar 282 millones a gasto social, punto en el que atacó a la oposición. "El brazo izquierdo lo tenemos tan desarrollado como este lado de la Cámara", le espetó antes de insistir de nuevo en el mensaje lanzado por el PP desde hace meses: la recesión es historia y la recuperación ha llegado. "No se trata de ser triunfalista, pero no se puede negar que la situación es mucho mejor que hace tres años [...] No nieguen la mayor", les pidió a sus rivales políticos, a los que censuró no presentar "alternativas coherentes y viables", en alusión también a las dificultades para entenderse, otro de los argumentos de Xunta y PP contra una posible alianza electoral.

Martínez finalizó recordando que en 2012 "también hubo elecciones y el resultado fue el que fue", pese a que entonces la Xunta volvió a recortar sus cuentas anuales. El PP aumentó entonces su mayoría absoluta.

El lado luminoso de la realidad que ofreció Martínez, con saldos positivos en todos los indicadores, contrastó con el paisaje oscuro, y en ocasiones apocalíptico, que trazó la oposición, cuyas enmiendas a la totalidad y parciales fueron tumbadas. El socialista José Luis Méndez Romeu censuró el continuismo de las cuentas "para no evitar el estancamiento del país ni recuperar los derechos sociales tan gravemente deteriorados en los últimos años" de gobiernos del PP. "Esa idílica realidad no la comparten ahí fuera", arrancó una intervención en la que acusó a la Xunta de contar con más paro y menos población activa y cotizantes que en 2009.

Más duro se mostró Xosé Manuel Beiras (AGE), que eludió la guerra de cifras y previsiones del resto de intervinientes, y directamente sostuvo que "no se puede mentir con tanto descaro", en alusión a un PP que "sirve a poderes no elegidos democráticamente que lo usan como monifates".

Por su parte, Francisco Jorquera (BNG) recordó al titular de Facenda los errores en previsiones de crecimiento de años pasados, lo que invalidan su credibilidad, alegó, y que el 31% de trabajadores cobra menos del salario mínimo, lo que evidencia el nacimiento de "una nueva categoría: el trabajador pobre". Finalmente, Consuelo Martínez (grupo mixto) contrapuso la rebaja fiscal de la Xunta con el incremento del copago.