Los niños vienen al mundo "con un pan debajo de un brazo y un smartphone debajo del otro". Los docentes -a través de una portavoz, Mónica Diez, orientadora del IES A Sardiñeira, de A Coruña- ejemplifican así su dificultad para asumir el reto de educar a los menores en "prevención", el punto que destacaron como más relevante de su labor ayer, tras una sesión de trabajo entre profesores y orientadores. Estos profesionales advierten de que esa prevención tiene que "remontarse ya a Primaria, lo antes posible", dada la exposición cada vez más precoz de los niños a las nuevas tecnologías.

Dado que los docentes se sienten "un poco perdidos en el ciberespacio" por "falta de formación", demandan "expertos en los centros" que les "ayuden" a "hacer llegar" a los alumnos la información que necesitan actualizada. Las familias, dicen, también tienen un papel que jugar. "Es necesario que se formen". Suárez aludió al problema refiriéndose a estos menores como "huérfanos digitales".

Por otra parte, los educadores opinan que su trabajo también puede "ayudar" a sus alumnos en otros aspectos: "intervenir" si detectan casos de acoso, "informarles debidamente" de los riesgos y cómo navegar por las redes y "formarlos" en valores de convivencia y respeto.