La oposición estalló ayer en el Parlamento contra el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien eludió posicionarse sobre la denuncia contra José Manuel Baltar por parte de una una mujer que lo acusa de ofrecerle trabajo a cambio de sexo. El jefe del Ejecutivo gallego aclaró que le preocupa más el paro o el desafío soberanista de Cataluña y eludió pronunciarse sobre la polémica que salpica al presidente de la Diputación de Ourense apelando a la "prudencia", aunque garantizando "firmeza" cuando se resuelva el caso. Sus palabras causaron una airada reacción en las bancadas de PSdeG, AGE, BNG y Grupo Mixto que abandonaron el hemiciclo "indignados" y al grito de "machista", en alusión al líder del PPdeG.

En la sesión de control al presidente de la Xunta, todas las preguntas de la oposición -PSdeG, AGE y Grupo Mixto- fueron dirigidas a recriminar a Feijóo que "tape" a Baltar en lo que consideraron un episodio de violencia machista y le reclamaron que lo expulse de las filas del PP. Solo el BNG no intervino porque no le tocaba turno de preguntas pero se concentró ante el Parlamento minutos antes del pleno para acusar al presidente de "encubridor" y sumarse a las peticiones de dimisión del presidente de la Diputación ourensana.

La respuesta de Feijóo alborotó las bancadas de la oposición. "Ya veo que consideran que el principal problema de Galicia es eso que acaban de preguntar. A mí me preocupa más que haya 220.000 personas sin empleo en Galicia", aseguró provocando ya sonoras protestas en los escaños de la oposición. Pero fue cuando mencionó que también le preocupa "el riesgo que ve en el Estado de las Autonomías por la declaración independentista de Cataluña", que los diputados de AGE, BNG y las dos parlamentarias del Grupo Mixto abandonaron el hemiciclo entre aspavientos y tildando de "machista" a Feijóo.

"Estuvo sembrado", le dijo al presidente el portavoz socialista, José Luis Méndez Romeu. Pero, en su réplica, al insistir Feijóo en que el principal problema de Galicia es el paro y volver a eludir el caso Baltar terminó por hacer levantar de sus escaños a los diputados del PSdeG -solo quedaron en el hemiciclo Romeu, el diputado socialista José Ramón Val y la parlamentaria del Grupo Mixto Carme Iglesias que volvió a entrar para dar la réplica al jefe del Ejecutivo gallego.

El argumento de Feijóo para no pronunciarse sobre Baltar es que solo hay "un escrito, pero no hay ninguna imputación ni ningún procedimiento judicial". Y además el denunciado lo niega, según añadió. "Cualquier pronunciamiento sería precipitado por el alto riesgo de ser injusto", defendió. Y, en todo caso, advirtió que, en su momento, no le "temblará la mano" si tiene que actuar. "No aplicaré una doble vara de medir", apostilló y preguntó al PSdeG qué va a hacer con el alcalde socialista de Catoira denunciado por acoso sexual. "Ya fue expulsado", le respondieron desde el escaño los diputados del PSOE.

Romeu censuró que se convocara a la denunciante en la "suite 505" donde tuvo que "entregarse como en la época feudal". La viceportavoz de AGE, Yolanda Díaz, pidió a Feijóo que "no la cague" porque "le está diciendo a las niñas de este país que lo que hizo Baltar es normal". La diputada del Grupo Mixto, Carmen Iglesias, lo tildó de "machista sin escrúpulos".

El enfrentamiento por el caso de Baltar se prolongó durante todo el pleno. AGE y BNG terminaron solicitando la comparecencia de Feijóo en la Cámara por su "apoyo" al presidente de la Diputación de Ourense.