El Foro Económico de Galicia es "optimista" con respecto al futuro del sector lácteo, que ven "clave" para la economía gallega y porque "articula el país", como defiende su director, Santiago Lago, pero hay que ponerse a trabajar para garantizar su futuro a medio y largo plazo. Los ganaderos han hecho de forma "razonable" sus "deberes", pero puede "no ser suficiente", y ahora deben mover ficha también administración e industria. Esta última no está "a la altura" de los productores en Galicia -"solo añade 26 céntimos" a cada euro de producción láctea porque básicamente produce "cartones", apuntan- y supone una "debilidad" para un sector cuyo primer eslabón tiene una necesidad imperiosa de tierra, que será un "condicionante" de su "viabilidad", para reducir su dependencia de la compra de alimentos.

Para competir también se requieren "importantes inversiones" industriales, pero Galicia, constatan, es la "única entre las diez primeras regiones lácteas" europeas "sin ninguna inversión industrial importante" (más de 20 millones de euros) de 2012 a 2014. Ese es el análisis del Foro Económico de Galicia sobre el complejo lácteo gallego en un informe en el que desgranan "estrategias y políticas" para un escenario de desaparición de cuotas en la UE.

El responsable de elaborar el documento, profesor de Economía Aplicada en la Universidade de Santiago, Edelmiro López, destacó la necesidad de elevar la base territorial de las granjas desde las 220.000 hectáreas hasta unas 350.000, un 60% más. Para ello instan a la Xunta a "una reforma agraria adaptada a las condiciones del siglo XXI" y a las "necesidades" del campo. No afectaría a la propiedad, sino a los usos y a la movilización productiva de superficie. Para el conjunto del campo, "el reto" podría resumirse en "cómo lograr que las tierras de 1,6 millones de propietarios de fincas rústicas sean puestas a disposición de entre 25.000 y 40.000 explotaciones", explican. Para abordar esta "reforma" no se precisarían nuevas leyes. Así, sugieren "penalizar" a los dueños de superficies abandonadas usando los mecanismos de la ley que creó el Bantegal o "reactivar" esta entidad para "impulsar la movilidad".

La industria tiene un papel trascendental. El "talón de Aquiles" del lácteo gallego es que "tiene todos los huevos en el mismo cesto: leche fresco y envasado destinado al mercado español", sostienen. Es necesario, dicen, incrementar su tamaño (por ejemplo con cooperativas, escasas en Galicia) para afrontar los retos en innovación y mercados y apostar por la diferenciación de los productos y marcas de calidad. Así, defienden que las subvenciones se "orienten" de forma "más selectiva", evitando fondos públicos para "crear o mantener empresas zombis". No obstante, dejan "abierta la posibilidad de una intervención pública directa (minoritaria y temporal) para impulsar iniciativas empresariales con carácter estratégico". Según López, la Xunta debe asumir un papel "más activo" y contar con "una estrategia" para la industria. En ese sentido, instó al Ejecutivo gallego a lograr un "compromiso" con Galicia de la francesa Lactalis, de modo que pueda convertirse en el "Citroën de la industria láctea gallega". También reseñó la "carencia" de una fábrica de leche en polvo y aconsejó "fomentar" la "implicación" de los ganaderos en proyectos industriales.

Santiago Lago destacó que el Foro busca "ir un paso más allá" del corto plazo en el debate. La situación coyuntural (precios) es resultado de una "realidad estructural". "O abordamos los problemas de fondo o va a ser un asunto recurrente", que podría acabar "generando un malestar social y económico muy importante", advirtió. "Porque no es un sector marginal, sino clave", al que hay que "tomar muy en serio". Se requiere "esfuerzo" y "tiempo", pero hay "solución", afirmó.