No hay ninguna duda de que si hay un sector que sufrió especialmente la crisis es el ladrillo. Porque parte del pinchazo económico tiene que ver con el estallido de la burbuja inmobiliaria. De las 21.007 firmas de la construcción y actividades similares, como la comercialización de viviendas, que estaban operativas y tenían ingresos de más de 100.000 euros, el 70% -y un tercio de todas las compañías de la comunidad- estaba en pérdidas en 2013. Casi 1.427 millones de euros. Otras 6.650 lograron ganancias ese ejercicio, un total de 517 millones de euros, según la actualización de los resultados del Impuesto de Sociedades de la Agencia Tributaria.

El comercio, las reparaciones y el transporte aportan el mejor resultado de todas las actividades analizadas por Hacienda. Son 23.757 empresas con un beneficio en conjunto de 1.775,4 millones de euros. A continuación están las entidades financieras y aseguradoras (1.421), con 571,9 millones; 524 millones entre las empresas auxiliares, que ofrecen servicios a otras sociedades (11.009); y la parte de la industria dedicada a la extracción, la energía y el agua (1.677 firmas), con 118,3 millones de euros. El sector de los servicios sociales, con 3.424 empresas, ganó 44,6 millones.

La otra industria

El resto de la industria (7.003) perdió en conjunto 31,5 millones. Las sociedades vinculadas al sector primario (agricultura, ganadería, silvicultura y pesca) tuvieron números rojos de 27,1 millones; 104,3 millones perdieron las sociedades de información y comunicaciones (1.660); y 30,9 millones las centradas en otros servicios personales y el ocio (10.345).

Las grandes empresas son una excepción. El 1,3% del total, unas 1.150. Su resultado, en cambio, pesa sobre el resto. El beneficio es de 2.000 millones. La inmensa mayoría estaba en ganancias, de hecho. 845, con un total de 3.712 millones. Las de reducida dimensión, más de 71.000, arrojaron pérdidas de 655 millones.