Ni cerrar el grifo mientras uno se cepilla los dientes ni poner menos la lavadora o el lavavajillas han permitido reducir la factura del agua en siete de cada diez hogares gallegos desde que la Xunta aplicó en 2013 el nuevo canon del agua. Aunque Galicia mantiene una de las tarifas más bajas de España -concretamente la tercera, con 1,19 euros por metro cúbico-, el precio medio aumentó durante el primer año completo que se aplicó el canon del agua un 7,2%, más de dos puntos por encima de la media estatal, con un encarecimiento del 5,8%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Con el nuevo canon del agua, la Xunta estableció tres tramos para el consumo doméstico en función del número de miembros de cada hogar. Con estos baremos, tan solo quienes viven solos y las parejas con un consumo inferior a 6.000 litros al mes pagan menos.

En la actualidad, el gasto medio por hogar en agua en la comunidad gallega ronda los 250 euros anuales, lo que supone un 78% más que los 140 que se pagaba de media cada año antes de la crisis.