"Ellos verán si el tránsfuga soy yo o son ellos, porque Manolo Martínez cumplió escrupulosamente lo que acordaron". Así se manifestaba el alcalde de Becerreá pocas horas antes de que el PSdeG anunciase su expulsión del grupo provincial. El regidor díscolo también dejó claro que no tiene ninguna intención de renunciar a su acta de diputado provincial "salvo enfermedad grave" y que seguirá boicoteando todas y cada una de las mociones que presente el BNG, salvo que sean de "interés general", porque entonces se ausentará para que sean aprobadas con el voto de calidad del presidente.

Pero además el alcalde de Becerreá y diputado provincial expresó su disgusto con el secretario xeral del PSdeG, Xosé Ramón Gómez Besteiro. En su opinión, "no estuvo a la altura de las circunstancias". "Creo que se equivocó conmigo. Si me hubiese defendido, no a mí, sino a los estatutos del partido la historia hubiese sido diferente". "Tenía un pacto con Vence para eliminarme", añadió. Aún así, manifestó que cree que sigue siendo "un buen candidato".

Tras haber votado con el PP para dejar al BNG sin dedicaciones exclusivas y, por lo tanto, con menos recursos, el alcalde de Becerreá se justificó al señalar que fue engañado hasta en cuatro ocasiones. Según relató, lo engañaron cuando fue apartado de la candidatura a la Presidencia de la Diputación, después de haber ganado en votación al entonces secretario provincial, Juan Carlos González Santín, pero también lo fue "dos veces en agosto y otra vez en noviembre".

Molesto con la decisión de su partido de plegarse a las exigencias del BNG que lo vetaron para el puesto de presidente de la Diputación por estar imputado, el regidor de Becerreá favoreció la elección de la popular Elena Candia para gobernar el ente provincial. Luego su partido lo convenció para suscribir una moción de censura y, según asegura, le prometieron estar en la junta de gobierno de la corporación provincial y llevar las competencias de Vías y Obras y Parque Móvil. "Se me dieron todas las garantías", lamentó, pero añade que no cumplieron.

Y en cuanto a las fotos difundidas en las últimas horas en las que se le ve charlando con Elena Candia, precisó que hubo dos reuniones. En la primera cita explicó que la popular lo advirtió que lo iban a engañar e incluso se jugaron una comida. "Ahora tendré que pagar yo", añadió. Y la otra, según relata, fue antes del pleno para repartir las dedicaciones exclusivas. Candia le preguntó por su posición y él le contestó que iba a votar para rebajar la asignación del Bloque.