En el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) se siguen acumulando los fallos en contra de las retasaciones al alza por parte de la Xunta en los inmuebles declarados para el pago de sus impuestos, sobre todo el de Sucesiones y el de Transmisiones Patrimoniales (ITP), que se abona, por ejemplo, en la compra de una vivienda. Fue ésta, -los numerosos pronunciamientos judiciales, incluso del Supremo- una de las razones por las que desde el pasado 1 de julio la Consellería de Facenda dejó de emplear su polémica orden de precios medios para verificar el valor de las propiedades. Un baremo con la cotización del metro cuadrado casi calle por calle en la comunidad y que, según el departamento que dirige Valeriano Martínez, bebía de estudios de mercado actualizados periódicamente. La enésima sentencia que acaba de emitir el TSXG tiene la importante novedad de abre el abanico de bienes afectados por los desfases en las valoraciones. Esta vez se trata de garajes exclusivamente y, además, la resolución judicial anula tanto el incremento de valor aplicado por Facenda como el calculado por el Tribunal Económico-Administrativo (TEAR) regional tras la reclamación presentada por una urbanización ourensana. La comprobación se realizó con referencias de precios de casi una década antes de esta operación y sin mandar a peritos para conocer de primera mano las características de los aparcamientos.
Seis plazas de garaje, concretamente. La autoliquidación entregada en septiembre de 2009 por los propietarios de una urbanización próxima al campo de fútbol de Ourense recogía un total de 72.000 euros. Facenda disparó el valor un 91%, hasta los 138.000 euros. El TEAR, sin embargo, anuló la retasación de la Xunta por "defectos de motivación" y fijó una nueva, de 95.267,76 euros en junio del año siguiente. El contribuyente recurrió, pero el tribunal económico-administrativo rechazó la reclamación.
"El TEAR da una respuesta genérica a la pretensión de que concurren defectos en la valoración de los bienes, ya que no entra a evaluar la prueba pericial de la administración al no contar con otras pruebas contradictorias, sino con simples apreciaciones/discrepancias de la parte. Sin duda, el acuerdo del TEAR podría ser más exhaustivo y hacer una crítica jurídica de la actuación del perito de la administración", admite el Tribunal Superior de Xustiza en su revisión del caso. "Pese a lo dicho -continúa-, la respuesta, genérica, no incurre en falta de congruencia ni ocasiona indefensión, material, al recurrente, por lo que no estamos ante una causa de nulidad". Por eso la primera causa de una posible anulación no va adelante.
Pero el alto tribunal gallego subraya que "el fondo de la controversia" es otro. Se centra "en determinar si la liquidación está suficientemente motivada", en referencia al contenido del informe pericial de un arquitecto técnico fechado en marzo de 2014 "que evalúa las plazas de garaje partiendo de un valor unitario homogeneizado determinado por tres ventas testimoniales". De ese informe, según el fallo judicial, resulta "que las plazas no fueron objeto de un examen personal y particularizado", que "a todas" se les atribuye un mismo valor y que esas "ventas testimoniales" utilizadas son de los años 2000 y 2001.
Únicamente este último dato, que los precios de referencia sean de transacciones realizadas nueve años antes, "ya sería suficiente para acoger el recurso". "No existe ninguna explicación de que en este largo periodo los precios se mantuvieran, bajaron o crecieron, lo que hace dudar que puedan trasladarse automáticamente a las valoraciones de unos años a otros", critica el TSXG. A esto suma la sentencia la ausencia de un examen de "la características particulares" de cada una de las seis plazas. Porque "en el caso presente alguna de ellas es de mayor tamaño que las otras".
La orden de precios medios incluye en su listado de valores cifras redondas para los garajes en función de su localización. Así, las plazas más caras están, según Facenda, en la Plaza de Compostela de Vigo, la ciudad vieja de A Coruña y en el casco antiguo de Santiago. En todos esos emplazamientos se alcanzan los 40.000 euros.
