El juez José Antonio Vázquez Taín, responsable de la instrucción del caso por el asesinato de Asunta, ha asegurado sentirse "respaldado", "reconocido" y "tranquilizado" por el veredicto de culpabilidad para Rosario Porto y Alfonso Basterra, que asumió las tesis de la investigación.

En una entrevista concedida a la Radio Galega y recogida por Europa Press, Vázquez Taín ha asegurado que el veredicto alcanzado por el jurado popular en este caso demuestra que "todos los implicados" en la instrucción dieron "lo mejor" de ellos con el objetivo de "hacer un servicio a esta sociedad".

"No puedo sentirme menos que respaldado", ha explicado el entonces juez de instrucción, quien ha recordado que, no obstante, todavía quedan instancias judiciales que "se tienen que pronunciar" cuando se produzcan los recursos.

Vázquez Taín, que tras la instrucción del caso Asunta hizo efectivo su traslado a los juzgados de lo Penal de A Coruña, ha atribuido este cambio a la necesidad de "recuperar la tranquilidad", dado que "estar siempre en el centro del huracán es malo".

A pesar de que el caso del robo del Códice Calixtino "salió muy bien" y en el crimen de Asunta "el trabajo se está reconociendo como bien hecho", el juez sentía en Santiago, ha señalado, "que la repercusión mediática" de sus casos "podía afectar" a su trabajo.

Durante la entrevista, Taín se ha referido también a la sanción que recibió por unas polémicas declaraciones sobre el caso Asunta. "Hay muchas cosas en mi vida de las que estoy seguro que tendría que pedir perdón y lo pido públicamente", ha señalado el magistrado, que ha apelado a la "memoria de esa niña". "Sabe que muchas veces me acordé de ella", ha sentenciado.

Vázquez Taín ha reconocido que sigue pensando en Asunta Basterra, "como en todas" las víctimas de los casos que ha llevado. "Aún sigo recordando la cara de mi primer preso", ha zanjado.

Matar no es fácil

José Antonio Vázquez Taín ha hablado también de su nueva novela, 'Matar no es fácil', en la que realiza una "reflexión del comportamiento humano" a través de antiguos casos criminales y empleando los "pecados capitales" como línea central.

En sus páginas, el magistrado trata de explicar "cual es la motivación criminal" basándose en "ideas que son tan viejas como la historia del hombre" y que admiten el hecho de que la mayor parte de los asesinos "no están locos". Del mismo modo, el juez ha apostado por una reflexión sobre casos de abuso sexual o maltrato a menores, en los que "tan culpable es el adulto que lo hace como el que lo permite".