La coalición entre Anova, EU, Podemos y otros pequeños partidos y plataformas está prácticamente cerrada, pero la negociación de los puestos en las candidaturas para el 20-D retrasan el nacimiento de la que será conocida como Marea gallega, si bien su nombre más probable será En Marea Podemos.

El plazo para registrar las coaliciones expira el viernes, aunque la fecha límite para especificar las candidaturas provinciales finaliza el 16. Aun así, los promotores de esta alianza para las elecciones generales aspiraban a anunciar su pacto con los primeros puestos de las listas al Congreso cerrados, según las fuentes consultadas.

Los problemas radican en la provincia de Pontevedra. Se da por seguro que Antón Gómez-Reino, de Podemos y uno de los hombres de confianza de Pablo Iglesias en Galicia, será el número 1 a la Cámara Baja, seguido probablemente del economista Manuel Lago. En el sur, aspiraba a ser cabeza de cartel Ángela Rodríguez -ganadora de las primarias de Podemos, como Gómez-Reino-, pero situar en las provincias más pobladas a dos miembros de Podemos rebajaría el estatus de frente popular que quieren otorgar a esta propuesta electoral. Fuentes conocedoras de la negociación indicaban antes del cierre de esta edición que el partido de Iglesias aceptaba situar a Rodríguez de número 2 y ceder el 1 a una mujer de Anova.

Tras la junta de portavoces parlamentarios de ayer, Díaz y el portavoz frentista en la Cámara, Francisco Jorquera, se lanzaron reproches mutuos. "Se nos contestó siempre que había que construir la unidad desde la base, pero después nos enteramos de que había un preacuerdo de tres fuerzas", censuró este en alusión al pacto de principios de mes entre Anova, EU y Podemos, que se oficializará hoy o mañana y cuyo nombre podría ser En Marea Podemos, según la opción que se baraja en la negociación de esos actores. Para Jorquera se trata de una "decepción" y aseguró que la lista Nós-Candidatura Galega en la que se integrará el BNG será la que defienda la voz de la comunidad en las Cortes.

El ejemplo de Ferrol

Díaz afiló el verbo con varios reproches y recordó la negativa del BNG a sumarse a propuestas de unidad desde 2012 e incluso en las municipales pasadas, al tiempo que afeó que no convocasen a un encuentro a su fuerza, Esquerda Unida. Sostuvo que la intención del BNG era "reunir al nacionalismo" y no acumular fuerzas, sustentando su ataque en las descalificaciones frentistas en Ferrol. "La confluencia y la voluntad es un todo. Hacer oposición con beligerancia como llamar al alcalde de Ferrol [Jorge Suárez] fascista no ayuda a este camino", espetó.

También se refirieron a este proceso los tres alcaldes urbanos de las mareas. El de Santiago, Martiño Noriega (Compostela Aberta), reconoció que la fórmula de la coalición entre Podemos, EU y Anova "se determinará a última hora" con el plazo máximo del viernes, cuando deben estar inscritas todas las coaliciones para el 20-D. También reconoció que lo ideal hubiese sido alcanzar "una candidatura unitaria".

Por su parte, Suárez, procedente de EU, acusó al BNG de "no tener voluntad real de confluir". "Algunos se han dedicado a anteponer su identidad y soberanía a los problemas sociales, y que producen este tipo de quiebras", reprochó.

Finalmente, Xulio Ferreiro (Marea Atlántica de A Coruña) lamentó el "ruido" acerca de la lista unitaria, que consideraba la mejor opción.