El adelanto que el pasado jueves publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el comportamiento de la economía durante la campaña estival, entre julio y septiembre, confirma la senda de crecimiento del país, aunque el ritmo de salida de la crisis pierde fuelle. El Producto Interior Bruto (PIB) se elevó un 0,8% respecto al trimestre anterior -entre abril y junio lo hizo un 1%- y un 3,4% en comparación con el mismo periodo de 2014. Hasta finales de noviembre no se conocerá la evolución en Galicia, donde, como incluso la Xunta admite, la recuperación va "más lenta" porque el consumo, palanca fundamental para animar la actividad de un territorio, está lastrado, entre otras causas, por el elevado envejecimiento de la población. Algunos de los indicadores que influyen directamente en el PIB autonómico dejan entrever que la comunidad coge algo de aire tras protagonizar el pasado ejercicio el menor aumento de todo el Estado. A ellos se agarra la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) para estimar que la economía regional medró en el tercer trimestre del actual 2015 un 0,8%. La misma velocidad a la que se movió en los dos trimestres precedentes, según la metodología propia que usa el organismo encargado de velar por la sostenibilidad de las cuentas públicas en España, y un 2,9% en la tasa interanual. Lo que deja otra vez a Galicia entre los puestos de cola del crecimiento.
De confirmarse este ritmo en el PIB gallego, la autonomía mantendría intacto el diferencial negativo con la economía estatal. Cinco décimas. Pero hay que tener en cuenta que las estimaciones de la Airef se realizan con un sistema de medición creado por el mismo organismo, que no coincide exactamente con el del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Instituto Galego de Estatística (IGE) -de hecho, los avances trimestrales de la economía gallega en los dos primeros trimestres de 2015 estuvieron muy por debajo del 0,8% fijado, del 0,5% y el 0,6%-, pero sí refleja tendencias generales.
Y a la cabeza del crecimiento en España, con aumentos superiores a la media, están Baleares (4,3%), Comunidad Valenciana (4,3%), La Rioja (3,8%), Canarias (3,7%) y Cataluña (3,6%), según la Airef. A continuación figuran Madrid y Aragón, ambas con un 3,3%; Andalucía y Cantabria, donde el PIB habría aumentado un 3,2%; y Castilla y León, Navarra y País Vasco, las tres alrededor del 3%. Galicia se sitúa entre las evoluciones más discretas, seguida de Asturias y Extremadura (2,8%), Castilla-La Mancha (2,6%) y Murcia (2,5%).
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A favor de Galicia juega en estos momentos la producción industrial, que tan malos resultados -un desplome del 4%- arrojó en 2014. Hasta agosto, la actividad de las fábricas de la comunidad acumula una subida del 3,8%. El índice en el conjunto del Estado muestra un incremento menor, del 3,3%. El comercio exterior también acompaña, con un alza entre enero y agosto del 4,5% en las exportaciones y de un 2,3% en las compras a otros países. El revulsivo del verano y los máximos históricos en visita de turistas revitalizó el sector servicios. Su cifra de negocios hasta agosto aumentó un 4,2%. Hasta ese mismo mes, en la comunidad se vendieron 8.302 viviendas, un 3,3% más que el pasado ejercicio. En el mercado laboral, sin embargo, Galicia está registrando peores datos que la media del país. En septiembre, el número de parados aumentó un 0,9% y las afiliaciones a la Seguridad Social cayeron un 0,6%, pero en el análisis interanual los dos están en positivo, con una reducción del desempleo del 9,4% y un 2,2% más de cotizantes.
Según los datos oficiales, los del IGE, la tasa de variación trimestral del PIB gallego entre abril y junio fue del 0,6% y el 1,8% interanual. Para todo el ejercicio, la Consellería de Facenda mantiene un 2%. Una previsión que no cambió con motivo de la presentación de los presupuestos del próximo 2016, para el que la perspectiva de crecimiento es mayor, del 2,5%. El gasto de familias y empresas es lo que en estos momentos aguanta la economía regional, con un aumento en el caso de consumo privado del 2,1% y del 7,2% por parte de las compañías. El desembolso de las administraciones, en cambio, está en negativo. La caída roza el 1%.
La fotografía de lo que sucederá en Galicia hasta que acabe el año no parece fácil de sacar a la vista de las diferentísimas cifras que ofrecen organismos y entidades financieras. Ayer mismo el Centro de Predicción Económica (Ceprede), gestionado por la Cámara de Comercio de Madrid y la Fundación Universidad empresa, marcaba para la comunidad un crecimiento del 2,2%. Solo Ceuta y Melilla y Canarias tendrían aumentos más bajos. Sin embargo, la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) colocaba hace unos días a Galicia a la cabeza del crecimiento, con un 3,5%.
