Rosario Porto y Alfonso Balterra, durante el juicio

Alfonso Basterra y Rosario Porto, durante el veredicto. // EFE

El jurado popular ha declarado culpables por unanimidad a Rosario Porto y a Alfonso Basterra de la muerte de su hija, la pequeña Asunta. En su veredicto concluyen que ambos progenitores le administraron lorazepam a la niña "de común acuerdo" para acabar con su vida "sin que pudiera defenderse". Además, dictan que no encontraron hechos no probados y descartan la posibilidad de indulto y la suspesión de la pena.

No descartan que Alfonso Basterra fuera la tarde de los hechos a Teo ya que en la imagen de la cámara no se ven los asientos de atrás del Mercedes (delante iban Porto y la niña). Consideran probado que la niña falleció por sofocación sin posibilidad de defenderse y que los padres le administraron el lorazepam de común acuerdo. Los miembros del jurado consideraron hechos probados: 1, 4, 7, 9, 12, 14 y 15 y no determinaron ningún hecho como "no probado". El veredicto del jurado coincide con la postura de la acusación. Terminada la lectura, el presidente del tribunal, Jorge Cid, agradeció el comportamiento "ejemplar" del jurado.

En su argumentación, el jurado considera que Porto y Basterra actuaron de común acuerdo para acabar con la vida de la niña. Sentencian que la familia comió junta el sábado 21 de septiembre de 2013 en el domicilio de Basterra, cuando le suministraron una gran cantidad de lorazepam para posteriormente asfixiarla.

Concluyen que, en algún momento entre las 18.33 y las 20 horas, Rosario en solitario ejecutó el plan conjunto y sostienen que asfixiaron a Asunta, tapándole la boca y la nariz. Para el jurado, fue Porto quien trasladó a su hija a la pista forestal de Teo, donde sería hallada por dos hombres sobre la una de la madrugada.

El fiscal mantiene la petición de pena de 18 años de prisión por asesinato para cada uno y la acusación popular de 20 años, la pena máxima. El fiscal considera necesario que continúen en prisión preventiva hasta que se dicte sentencia y expresó que en estos momentos perciben "mayor riesgo de fuga". Explicó que la pena para asesinato se mueve entre 15 y 20 años y, según su opinión, debe moverse en el tramo superior, teniendo en cuenta la agravante de parentesco. Para la acusación popular, representada por la Asociación Clara Campoamor, la pena debe ser la máxima en estos casos, 20 años, teniendo en cuenta "el desarrollo continuado durante tres meses (administración previa de lorazepam) y el sufrimiento causado a la niña".

El abogado de Porto, Aranguren, pide para su defendida la pena mínima, en este caso 17,5 años, y la abogada de Basterra, Hospido, 12,5 años para su cliente al no considerar probada la alevosía. Hospido mantiene que se trata de un homicidio con condicionantes, como abuso de superioridad, por eso reduce su petición a la pena mínima y apela al principio del ´in dubio pro reo´ para su defendido. El abogado de Porto, Aranguren, avanza que recurrirá la decisión "hasta última instancia" y que hasta que no haya sentencia en firme sigue defendiendo la inocencia de Rosario Porto. "Se ha cerrado una puerta pero quedan otras abiertas", declaró a Telecinco a la salida de los juzgados. La lectura del veredicto y las posiciones de las partes terminó pasadas las doce del mediodía.

GALERÍA: Todas las imágenes del juicio por el crimen de Asunta Basterra//EFE/X. ÁlvarezGALERÍA

El veredicto se hizo esperar cuatro días

Después de cuatro días de deliberaciones, el jurado popular del juicio del caso Asunta ya ha dado a conocer su veredicto. El TSXG comunicó esta mañana la orden de traslado de Rosario Porto y Alfonso Basterra desde la cárcel de Teixeiro, en la que ambos están ingresados, hasta las dependencias judiciales de la capital gallega.

Cinco hombres y cuatro mujeres empezaron a deliberar el lunes a mediodía y desde entonces no tienen contacto con familiares y amigos. El magistrado presidente de la sala en la que se ha visto este caso, Jorge Cid, les pidió a todos ellos desde un inicio responsabilidad, imparcialidad, independencia y sujeción a la ley, dada "la gravedad de la tarea" que se les ha encomendado y teniendo en cuenta que está en liza "la vida de dos personas que se juegan muchos años en prisión". Aislados del exterior, debatían de día en un juzgado de Santiago y pasan las noches en un hote de la capital gallega, con una única tarea, emitir veredito y decidir si la abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra son o no autores de la muerte violenta de Asunta en septiembre de 2013.

El hotel en el que se alojaban estaba, en principio, reservado hasta hoy, con posibilidad de ampliar la estancia. Teniendo en cuenta el coste de las dietas individuales que el jurado recibe cada día (casi 70 euros), el catering y el hotel en el que se alojan el coste del jurado en este proceso superará los 30.000 euros. Ayer terminaron la jornada de deliberación a las 21:00 horas.

La deliberación más larga

Dirimir durante tantos días sobre un caso del que tanto se ha hablado y expuesto puede parecer extraño sobre todo si uno como espectador ya tiene una opinión formada, pero no es lo mismo dar tu parecer en la barra del bar que ser miembro de un jurado popular y tener en tus manos la vida de una persona y la resolución de un caso. En el caso de Dolores Vázquez, condenada y luego absuelta por el caso Wanninkhof, el jurado tomó un acuerdo en dos días, que años después fue anulado, y cuatro días tardaron en hallar culpable de la muerte de sus hijos a José Bretón.

La resolución del jurado popular supera la de casos míticos de asesinatos de niños en extrañas circunstancias, como fue el de José Bretón, el padre condenado a 40 años de prisión por asesinar a sus dos hijos, o el de Mónica Juanatey, condenada a 20 años por matar a su pequeño de 9 años, la pena máxima (la que pide en este caso la acusación popular para los padres de Asunta; Fiscalía fija la pena, de demostrarse su culpabilidad, en 18 años). En ambos casos el veredicto del jurado fue de culpabilidad y en ninguno de ellos tardaron más de cuatro días en resolver.

Los indicios que pesan sobre Porto y Basterra

El juicio oral de casi un mes de duración dejó muchos testimonios, contradicciones y alguna que otra prueba, aunque ninguna de tanto peso científico como la autopsia o el resultado del análisis del cabello de la pequeña, que confirmó la ingesta de lorazepam los meses previos a su muerte y de 27 pastillas el día que la asesinaron.

Rosario Porto era la que tomaba Orfidal en casa para sus estados de depresión, tal y como lo confirmaron ambos durante el juicio. Juega en contra de Rosario el cambio de versión varias veces con respecto a sus viajes a Teo el día de los hechos. La principal corrección fue considerada "sospechosa" desde el principio, cuando por primera vez (tras los hechos) dijo que había ido sola a la casa de Teo y, después, cuando salieron a la luz las imágenes de la cámara de la rotonda de Galuresa con ella y Asunta en el coche en dirección a Montouto, cambió su versión y confirmó que sí que habían ido juntas.

En cuanto a Alfonso Basterra, mantiene que el día de los hechos estuvo toda la tarde en su piso de Santiago, tras la comida y hasta que tuvo noticia de que la niña había desaparecido. Sin embargo, hay varios testimonios que lo sitúan por la tarde con la niña en el Ensanche. En los registros contestó en varias ocasiones a preguntas dirigidas a Rosario, también dijo al agente que recogió la denuncia que la pequeña "iba a aparecer muerta". La comida del día 21 fue en su casa y él mismo preparó los platos, momento en el que supuestamente la pequeña consumió el Orfidal (o después de comer).