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Indicios que pesan sobre los dos

Los cambios de versión o el Orfidal en el vestido juegan en contra de Porto y Basterra retiraba el fármaco y llevó a la niña a clase los días de la sedación

Rosario Porto. // X. A.

El juicio oral de casi un mes de duración dejó muchos testimonios, contradicciones y alguna que otra prueba, aunque ninguna de tanto peso científico como la autopsia o el resultado del análisis del cabello de la pequeña, que confirmó la ingesta de lorazepam los meses previos a su muerte y de 27 pastillas el día que la asesinaron. Pero, ¿qué pruebas juegan en contra de cada uno de los acusados por la muerte de la niña?

Porto, en el coche con Asunta

Rosario Porto era la que tomaba Orfidal en casa para sus estados de depresión, tal y como lo confirmaron ambos durante el juicio. Alfonso Basterra retiraba el medicamento en farmacia para Porto, según argumentó también él en la vista. Juega en contra de Rosario el cambio de versión varias veces con respecto a sus viajes a Teo el día de los hechos. La principal corrección fue considerada "sospechosa" desde el principio, cuando por primera vez (tras los hechos) dijo que había ido sola a la casa de Teo y, después, cuando salieron a la luz las imágenes de la cámara de la rotonda de Galuresa con ella y Asunta en el coche en dirección a Montouto, cambió su versión y confirmó que sí que habían ido juntas. Después Asunta le pediría regresar a Santiago porque no se encontraba bien. Basterra aseguró que no sabía que Asunta había ido con Rosario a Teo hasta días después del fallecimiento de la pequeña. Según el testimonio de la profesora de música de Asunta, "su madre" le daba polvos blancos y en el vestido que llevaba Rosario el día de los hechos, apareció Orfidal. El día de los hechos estuvo mucho tiempo con la niña y hubo un detalle sospechoso para los agentes que realizaron el registro en Teo: "se dirigió a la papelera" en la que había una mascarilla, pañuelos húmedos y una cuerda.

Basterra, compra de Orfidal

En cuanto al padre de Asunta, Alfonso Basterra, mantiene que el día de los hechos estuvo toda la tarde en su piso de Santiago, tras la comida y hasta que tuvo noticia de que la niña había desaparecido. Sin embargo, hay varios testimonios que lo sitúan por la tarde con la niña en el Ensanche. En los registros contestó en varias ocasiones a preguntas dirigidas a Rosario, también dijo al agente que recogió la denuncia que la pequeña "iba a aparecer muerta". La frase le chocó al propio agente. La comida del día 21 fue en su casa y él mismo preparó los platos, momento en el que supuestamente la pequeña consumió el Orfidal (o después de comer). Su imagen no aparecen en ninguna de las cámaras, solo cuando sale a buscar a la pequeña. Por otra parte, en los episodios de sedación en clase, la mayoría de los días dormía en su piso.

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