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Noventa horas aislados por el caso Asunta

El jurado popular retoma hoy las deliberaciones en la cuarta jornada de encierro

Rosario Porto, en primer plano, y detrás Basterra, en una de las sesiones del juicio. // X.Álvarez

Noventa horas llevan aislados e incomunicados los nueve miembros del jurado popular que han de decidir el futuro de los padres de Asunta, que se exponen a penas de prisión de hasta veinte años por la muerte de su hija.

Cinco hombres y cuatro mujeres empezaron a deliberar el lunes a mediodía y desde entonces no tienen contacto con familiares y amigos. Aislados del exterior, debaten de día en un juzgado de Santiago y pasan las noches en un hote de la capital gallega, con una única tarea, emitir veredito y decidir si la abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra son o no autores de la muerte violenta de Asunta en septiembre de 2013.

¿Son tres o cuatro días muchos o pocos para resolver un crimen y poner en la calle o encerrar en prisión a los padres de Asunta? ¿Se demora la decisión por qué los miembros del jurado tienen dudas y no ven claro el veredicto? ¿El pasar de los días alimenta las esperanzas de Alfonso Basterra y Rosario Porto de salir libres? Son preguntas que muchos se hacen estos días, pero no de fácil y simple respuesta.

Dirimir durante tantos días sobre un caso del que tanto se ha hablado y expuesto puede parecer extraño sobre todo si uno como espectador ya tiene una opinión formada, pero no es lo mismo dar tu parecer en la barra del bar que ser miembro de un jurado popular y tener en tus manos la vida de una persona y la resolución de un caso. En el caso de Dolores Vázquez, condenada y luego absuelta por el caso Wanninkhof, el jurado tomó un acuerdo en dos días, que años después fue anulado, y cuatro días tardaron en hallar culpable de la muerte de sus hijos a José Bretón.

Abogados consultados por este diario consideran que entra dentro de lo normal que el jurado se tome su tiempo y necesite tres y más días para decidir y que una demora de este tipo no supone necesariamente que Basterra y Porto tenga más opciones de salir impunes. Al menos, de momento.

Recuerdan además que en este caso el jurado popular debe responder a 21 preguntas, elaboradas por el presidente del tribunal con la ayuda y matices incorporados por las partes, sobre el caso (la sedación de la niña, la existencia o no de un plan conjunto, la participación de ambos o alguno de los padres en el crimen o las posibilidades de Asunta para defenderse en el momento de su muerte). Pero el cuestionario no se solventa con un sí o un no. La respuesta debe ser razonada y motivada, y además el presidente del tribunal, Jorge Cid, les pidió el lunes antes de dar inicio a las liberaciones que "dada la gravedad" de su responsabilidad se tomaran su tiempo. "Les pido un poco de paciencia. Las prisas y la justicia casi nunca van de la mano, den los pasos sobre seguro", les recomendó.También les reclamó responsabilidad, imparcialidad, independencia y sujeción a la ley, pues, insistió, Basterra y Porto "se juegan muchos años en prisión".

Como el aluvión de datos que han recibido durante 18 jornadas del juicio ha sido exhaustivo, muchos contradictorios, pues son informes y contrainformes de las partes, tienen a su disposición, por si surgen dudas, la grabación de las sesiones del juicio. También pueden consultar folios de la instrucción.

Con la ley en la mano, el juez podía pedirles ayer un balance de cómo va su trabajo, pero Jorge Cid ya les dijo que no lo haría, porque no quería presionar.

Alfonso Basterra y Rosario Porto son los únicos acusados del asesinato de su hija, Asunta, que fue encontrada sin vida en una pista forestal de Teo (A Coruña). Ambos, en la vista oral, se han declarado inocentes y han repetido, una y otra vez, que la pequeña, a la que adoptaron cuando era un bebé, era lo que más querían en el mundo.

Los abogados de la defensa, José Luis Gutiérrez Aranguren y Belén Hospido, han pedido para sus clientes la libre absolución al considerar que no hay pruebas de cargo y también que la instrucción hecha ha estado enfocada a culparlos directamente ya desde el inicio mismo de las indagaciones.

Según recoge la Ley de Tribunal de Jurado, para considerar que un hecho está probado, deberá estar apoyado al menos por siete de los nueve jurados, mientras que para determinarlo no probado bastará con cinco votos.

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