Casi tres semanas después de que el juez cerrara la instrucción del accidente de Angrois, el fiscal del caso, Antonio Roma, presentó ayer el escrito de acusación en el que pide cuatro años de prisión para el maquinista del Alvia y único imputado en el proceso, Francisco José Garzón Amo, y fija en 42,89 millones de euros las indemnizaciones para las víctimas del accidente, producido el 24 de julio de 2013 cuando el tren se aproximaba a Santiago y descarriló en la curva de A Grandeira. En el siniestro murieron 80 viajeros y más de 140 resultaron heridos.

El fiscal da por buena la decisión del juez de cerrar la instrucción, puesto que no la recurre, y no hace mención alguna a las posibles deficiencias de seguridad que pudiera tener la vía, circunstancia en la que insisten en las dos asociaciones de víctimas y en la que también incidió el juez Andrés Lago Louro. En su último auto, el instructor del caso señalaba que la seguridad "podría ser mejor", pero al mismo aclaraba que no es un motivo del que puedan derivarse responsabilidades penales, por lo que sitúa como única causa del accidente el exceso de velocidad al tomar el tren la curva en Angrois.

En el escrito de acusación presentado ayer ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago, el fiscal solicita para el maquinista del Alvia las penas de cuatro años de cárcel, con las accesorias de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y también su inhabilitación especial para la profesión de maquinista ferroviario por una periodo de seis años. A Francisco José Garzón se le considera autor de 80 delitos de homicidio imprudente, de otros 144 de lesiones y de uno más por daños.

El Ministerio Fiscal también reclama al acusado una indemnización global para las víctimas y los familiares por importe de 42,89 millones de euros, si bien esta la debería abonar QBE Insurance, aseguradora de Renfe, como responsable civil directa. La responsabilidad subsidiaria recae ya en Renfe Operadora.

Algo más de 32,3 millones de euros corresponden a las indemnizaciones por las 80 personas fallecidas en el accidente, mientras que los 10,54 restantes serían para los viajeros que resultaron heridos.

Adicionalmente, el fiscal solicita también una indemnización para el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) de 1,36 millones de euros, el coste que tuvo que asumir esta empresa pública para reparar los desperfectos que se produjeron en la vía como consecuencia del accidente.

La aseguradora QBE ya ha depositado en el juzgado compostelano casi 15 millones de euros para ir adelantando el pago de las indemnizaciones a las víctimas, sin que ello suponga reconocimiento de responsabilidades. Con esta medida se pretende evitar que los perjudicados por el accidente pasen por problemas económicos a la espera de que concluya el proceso judicial. De ese fondo, QBE ya ha realizado pagos a petición de las víctimas por algo más de 4 millones de euros, todo ello en concepto de anticipos de la futura indemnización que les podría corresponder.

El fiscal reclama también que se sufraguen a todos los perjudicados por lesiones los gastos médicos derivados del siniestro, la rehabilitación, fisioterapia, tratamiento farmacológico o asistencia psicológica que se acredite, así como el transporte y manutención relacionado con sus tratamientos y cualquier otro gasto relacionado con los hechos.

El escrito de acusación se presentó el mismo día que se estrena el documental de las víctimas en la Seminci de Valladolid, quienes consideran, como han mantenido a lo largo de todo el proceso judicial, que hay más responsables que el maquinista, sobre todo los encargados de vigilar para que las medidas de seguridad en la vía fueran las adecuadas. "Igual que Garzón tenía que mejorar la atención, los responsables de la seguridad, también", dice Jesús Domínguez, portavoz de un de las plataformas. Desde la otra, Cristóbal González sostiene que las responsabilidades se están reduciendo a la mínima expresión y negociando todo internamente para que la cúpula de las empresas públicas salgan de la manera más benévola posible.