Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Distintos prismas del móvil del crimen

Para la acusación, los padres mataron a la niña en un plan conjunto porque molestaba a Porto y Basterra quería recuperar su tren de vida. La defensa lo considera un disparate

Buscar "el móvil de crimen" para tratar de entender los motivos que pueden llevar a alguien a asesinar a otra persona es clave desde el minuto número uno de la tragedia y más, si cabe, cuando se trata de una niña de 12 años y los primeros sospechosos son los propios padres. ¿Por qué? ¿Por qué matar a una pequeña? ¿Qué puede llevar a unos padres a deshacerse de su hija, con numerosos testigos que insistieron durante el juicio en la preocupación de ambos por Asunta, de "altas capacidades y brillante" tanto en la escuela como en las muchas actividades extra a las que acudía (ballet, música o idiomas)?

GALERÍA: Todas las imágenes del juicio por el crimen de Asunta Basterra//EFE/X. ÁlvarezGALERÍA

Tras tres semanas de juicio y terminada la exposición de todas las pruebas y explicaciones posibles desde distintos prismas (mañana comienza la deliberación del jurado para el veredicto final) tampoco hay quorum en la motivación de este asesinato. La acusación expresó que el verdadero motivo que les llevó a matarla, pues tanto el fiscal como la Asociación Clara Campoamor defienden la culpabilidad de ambos padres en un plan conjunto (si bien es posible que solo ella asfixiase a la pequeña la tarde del 21 de septiembre de 2013), "solo lo saben ellos". "Y posiblemente no lo sabremos nunca", expresaron, como también falta la explicación, según Jorge Fernández de Aranguiz, a por qué le administraron lorazepam a la pequeña durante los meses previos.

Los abogados de los padres sostienen que no son ellos los que le dieron Orfidal a la pequeña, insisten en que el asesino "está ahí fuera" y critican que la investigación se centrase desde un primer momento en los padres. En todo caso, y descartada durante este juicio la participación de Cerón Jaramillo, el hombre cuyo semen coincide con el perfil genético de los restos hallados en la camiseta de Asunta (tras un supuesto error en laboratorio con unas tijeras), no aparecieron durante esta vista terceras personas que pudiesen estar implicadas en la muerte de la niña.

La acusación mantiene que ambos padres planearon y pactaron la muerte de la pequeña, desde la administración de Orfidal los meses previos hasta el momento de deshacerse del cadáver, que no les saldría del todo bien, según Fernández de Aranguiz.

El fiscal y la acusación popular mantienen una de las teorías formuladas desde antes del juicio: que la niña sobrecargaba a su madre y le molestaba para iniciar una nueva vida al lado de otra persona. En las conclusiones finales ambas acusaciones describieron un móvil económico por parte de Basterra. Para el fiscal, Alfonso quería recuperar a Rosario (tras su separación en enero) y, con ella, volver a su tren de vida y posición acomodada, así lo explicó en sala. La abogada, Rocío Beceiro, de la Asociación Clara Campoamor, representando a la acusación popular, fue más allá y sostuvo que tras el ingreso en junio de 2013 en el hospital de Rosario Porto, en el que Basterra estuvo a su lado pese a estar ya separados, Alfonso se ofrecería a cuidar de ella y de la niña a cambio de que Porto dejase al amante, el empresario de Vedra, con el que ella mantenía, según sus palabras, "encuentros esporádicos" (el último sería la víspera del fallecimiento de la pequeña). Para Beceiro, Basterra quería recuperar a su exmujer y el patrimonio de ella. Llegó a decir que es un hombre "sin oficio ni beneficio" en sus conclusiones finales y "muy inteligente". Añadió que él es consciente de que si solo sale condenada ella, él podría exigir compensación económica, lo que le permitiría vivir cómodamente los próximos años. De Aranguiz y Beceiro describieron a un Alfonso "muy listo", más que ella, insinuaron, que fue más precavido en el plan conjunto, sin aparecer en imágenes ni dejar pruebas de su ubicación el día de los hechos, siempre según las conclusiones de la acusación. Basterra mantuvo desde un principio que esa tarde estuvo en casa hasta que Porto lo llamó por teléfono y se percatan de que la niña falta.

"Mandarla al extranjero"

Para los abogados de la defensa, la teoría de que la niña molestaba, que Alfonso quería volver con Rosario y que su motivación final era la económica es disparatada. Lo argumentaron y lo dieron a entender con sus expresiones el viernes en la lectura de las conclusiones. Para el abogado defensor de Rosario Porto, José Luis Gutiérrez Aranguren, fueron muchos los móviles buscados pero, según él, carecen de sentido. "Primero se habló de la herencia (que el abuelo podría haberle dejado a la pequeña) pero en cuanto se comprobó que en el testamento constaba Rosario como única heredera esta tesis ya no valía", describió con un toque de ironía Aranguren. Después se buscó una enfermedad mental, añadió. Todos los especialistas en Psiquiatría que participaron en el juicio explicaron que un asesinato como el que se juzga en esta vista no puede achacarse a un trastorno depresivo como el que sufre Rosario. No incidiría, en todo caso habría riesgo de daño para ella misma, con tendencia suicida en alguna ocasión. En cuanto a la tesis final adoptada por la acusación, que la niña la sobrecargaba, Aranguren la descarta. "¿Cuántos padres se divorcian en España y empiezan una nueva vida? Muchos, ¿verdad? ¿Y por ello matan a sus hijos?", preguntó Aranguren en sala. De verse superada, según el letrado, "podría pasarle la custodia al padre o mandarla a estudiar a otro lugar de España o al extranjero". También criticó el abogado de Porto la explicación de Beceiro, que argumentó que Basterra necesitaba algo que lo atase poderosamente a ella para siempre. "¿Se imaginan recuperar la relación de pareja matando a una hija", preguntó Aranguren, que añadió que no había escuchado ninguna teoría igual durante sus años de carrera.

Belén Hospido, abogada de Alfonso Basterra, también descartó el móvil económico descrito por la acusación para su defendido. Aseguró que Basterra "amaba con locura" a su mujer cuando estaban juntos y se quedó sin ella y sin la niña. Negó las palabras de Beceiro: "no es cierto que no tenga ni oficio ni beneficio; vive de su trabajo, de un modo modesto, pero digno", apuntó. Él cuidaba de la niña porque su trabajo de freelance le permitía tener tiempo para realizar las tareas de casa, por eso también retiraba el Orfidal para Rosario. "Era un buen padre", añadió. "Cumplía el perfil de amo de casa pero no pidió ni un euro a Porto tras el divorcio y podía hacerlo", pronunció Hospido para descartar su motivación económica.

Compartir el artículo

stats