El asesinato de la pequeña "fue planeado de principio a fin", desde la administración del lorazepam en los meses previos hasta los pasos la tarde en la que se desencadenó la tragedia y el desenlace, con la colocación del cuerpo en la pista de Feros, y aquí "se escaparon" detalles, con cabos sueltos que indicarían que algo falló en la fase final; que la estrategia no fue perfecta. Es lo que se concluye de la descripción final de los hechos por parte de la acusación.

Tanto el fiscal como la Asociación Clara Campoamor coincidieron en sus versiones definitivas de este caso, que explicaron paso a paso al jurado, en que el asesinato "fue cosa de dos", de los dos progenitores de la pequeña Asunta, que falleció en la tarde del 21 de septiembre de 2013 a los 12 años. Coinciden también en que hubo un móvil económico en este crimen; ambos consideran que Basterra quería recuperar a Rosario, tras el divorcio, y con ella su 'modus vivendi' o posición acomodada que mantenía durante el matrimonio.

El fiscal, Jorge Fernández De Aranguiz, sí realizó un cambio importante ayer en su postura, que le llevó a modificar un párrafo en su escrito final. Si mantenía previamente que ambos la habían matado el día 21 ahora considera otra hipótesis, que solo Rosario asfixiase a la pequeña, eso sí, siempre dentro de un plan premeditado por ambos. "Entre que fue llevada a Montouto y las 20.00 horas ambos, o al menos Rosario Porto, en ejecución del plan preconcebido, la asfixiaron hasta causarle la muerte", expresó Fernández de Aranguiz, que mantuvo la petición de prisión: 18 años para cada uno. Con este matiz, el fiscal da a entender que no tiene pruebas suficientes para confirmar la presencia de Alfonso Basterra esa tarde en la finca de Montouto, aunque en varias ocasiones afirmó: "aunque no descarto que él estuviese también".

El día de los hechos no es posible asegurar que Basterra estuviese en Teo, Rosario sí. Hay imágenes, señales de móvil. Basterra basa su coartada en que estaba en casa, con el móvil encendido: "¿Fue más listo él que ella?", preguntó en alto el fiscal en la sala, en el sentido de que quien se expuso para llevar a la pequeña a Teo sería ella. Él aseguró que se enteró muchos días después del fallecimiento de que la niña esa tarde había ido a Montouto.

Jorge Fernández de Aranguiz recordó que : "En derecho, tan asesino es quien dispara el fusil como quien agarra". Y expresó que el motivo real del asesinato: "solo lo saben ellos". Como también solo saben por qué daban lorazepam a la niña: "que hasta ahora no lo han dicho". "El suministro previo del medicamento requiere de una explicación suficiente que, de momento, no se ha dado", aseveró."La mataron aprovechando que no podía defenderse", destacó, recordando que le dieron "de 27 pastillas para arriba" con la intención de "matarla", y en este punto se refirió a la "alevosía", que los miembros del jurado tendrán que tener en cuenta para su decisión. "La habían drogado varias veces" con anterioridad, añadió, y la niña había asegurado previamente: "Ayer intentaron matarme", en relación al episodio de la noche de julio en el que "un hombre de negro" entró en el piso de Rosario en Santiago. "Un episodio completamente inverosímil", expresó el fiscal.

Fernández de Aranguiz remarcó que hubo una sedación "repetida" en el tiempo de la menor, que tuvo que llevarse "a ciencia" cierta y con "paciencia" por los dos padres, puesto que dicho crimen "no se entiende" como la acción de uno de ellos, únicamente. Según el fiscal, quedan descartadas terceras personas y no hubo agresión sexual. Indica que Alfonso aparece "indiscutiblemente unido" a la administración de Orfidal, tanto el día de los hechos como en los meses previos. Insiste el fiscal en que Porto incurre en contradicciones con las pruebas, desde el cambio de versión ya al principio, en el que asegura que no llevó a la niña a Teo, y una vez que salieron a la luz las imágenes de la cámara de Galuresa, con ambas en el coche, cambió su versión. También indicó De Aranguiz que Rosario no realizó los viajes intermedios a Santiago que ella describió durante esa tarde, tal y como indican las cámaras, que solo capta uno de ida y el regreso ya en la zona del garaje. Para el fiscal, los padres de la niña parecen tener "memoria selectiva", recordando "el precio concreto de un violín" pero olvidando detalles de las primeras horas de su desaparición, "las más cruciales". A la sedación aparece unido Alfonso, comenzando por las compras de Orfidal, clave también en la alevosía. El fiscal sostiene que lo pactaron hasta el final, incluso llegando a piropearse el uno al otro durante el juicio. "Si solo fue cosa de ella, ¿por qué no se rebela él?" , preguntó.