Al cierre de este año, la deuda de la Xunta alcanzará los 10.400 millones de euros y se situará en el 18,1% del Producto Interior Bruto (PIB) regional. El principal aliado para contener el crecimiento disparado que todas las administraciones arrastran desde el estallido de la crisis es, precisamente, la recuperación de los ingresos mermados en estos últimos años y que obligaron a tirar de la financiación externa para soportar la estructura del sector público y los servicios. En el caso del Gobierno gallego, el próximo ejercicio manejará unos 400 millones de euros por encima del actual 2015, lo que no significa que no tenga que seguir buscando más fondos a cargo del endeudamiento y a la vez lidiar con la exigente senda de consolidación fiscal. ¿Cuánto dinero necesitará? 174 millones de euros, aunque con el cómputo de otras partidas que el llamado Protocolo de Déficit Excesivo obliga a incluir la deuda autonómica escalará en 216 millones, hasta los 10.615 millones de euros. Cerca ya de 3.900 euros por habitante. Su mantenimiento absorberá de los presupuestos cerca de 1.600 millones.
Desde la presentación de las líneas estratégicas de las cuentas de 2016, la Xunta hace hincapié en la reducción del gasto financiero. Ya se nota este año y el próximo se "consolidará la tendencia" con una caída de 70 millones de euros. Porque Galicia, tras acogerse al fondo de facilidad financiera impulsado por el Estado -el mecanismo de liquidez habilitado para las comunidades que cumplen con el déficit, en límite de endeudamiento y el pago a proveedores en plazo- se está financiando a coste cero. Sin embargo, hay emisiones de deuda y préstamos que hay que seguir pagando. Y amortizaciones que afrontar.
Las operaciones que vencen el próximo año, de hecho, son mayores que las de 2015. En concreto, 144 millones de euros, según detalla la Consellería de Facenda en el proyecto de presupuestos. Así, a intereses van destinados 268,7 millones de euros. Otros 1,4 millones tienen como destino los gastos de emisión, modificación y cancelación de préstamos. Las amortizaciones suman 1.328 millones de euros.
La Xunta prevé reducir 3 millones de la deuda de la administración paralela; 64,6 millones de la Sociedade Pública de Investimentos; y 30 millones de Xestur, el organismo que se encarga del suelo industrial. El pasivo alcanzará el 18,3% del PIB, con la confianza en "estabilizarlo" para "reducirlo paulatinamente" y que "a partir de 2020" se mueva en el 13%.
