El líder del PSdeG auguró ayer que habrá entendimiento entre su partido y el BNG para conformar el gobierno de la Diputación de Lugo, un ente que socialistas y nacionalistas recuperaron el pasado jueves. Poco más quiso decir sobre la crisis abierta apenas un día después de la moción de censura entre los socios de gobierno.

La buena sintonía entre socialistas y nacionalistas se rompió tan solo 24 horas de que recuperasen el bastón de mando de la institución lucense gracias al voto del alcalde rebelde de Becerreá, el socialista Manuel Martínez, que con su abstención en el pleno de investidura de junio había aupado al PP a la Presidencia. En el arranque de las conversaciones para formar el futuro gobierno provincial, el Bloque dijo no a lo que ya había dicho durante las negociaciones: a un bipartito con imputados, pero los socialistas barajan dar responsabilidades de gobierno a ediles con imputación. Preguntado por estas discrepancias en la Diputación que él mismo presidió durante los dos último mandatos, el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, rechazó "hacer comentarios". Una actitud que, según recordó, fue la que también adoptó durante la conformación de los gobiernos de las diputaciones de ACoruña y Pontevedra, donde los socialistas también gobiernan en coalición con el Bloque.

"Para eso hay un muy buen presidente de la Diputación, por lo tanto, para esas cuestiones les emplazo a que le pregunten a él, que les contestará muy bien", argumentó el líder de los socialistas gallegos en alusión al regidor de A Pontenova, Darío Campos.

Besteiro puso en el punto de mira al PP, apelando a su líder en Galicia, Alberto Núñez Feijóo, a que "reflexione" después de los resultados de las municipales, "los peores de la historia" para los populares.