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El improbable salto de Beiras "alén do Padornelo"

Las dos plataformas a favor de la confluencia en Galicia reclaman un esfuerzo para las generales

Beiras abre la puerta para salir del hemiciclo durante una sesión parlamentaria. // Xoán Álvarez

El pasado día 2 de octubre, un grupo de militantes de Anova y Podemos departían en una plaza de Santiago antes de que comenzase el acto político en que ambas formaciones sellaron, junto a Esquerda Unida, un preacuerdo para concurrir junto en las elecciones generales de diciembre. Sus palabras cesaron cuando un hombre canoso de 79 años accedió al círculo que formaban. No dijo nada, pero todos giraron sus ojos hacia él, que se marchó con un "hola" tras de sí.

La escena ilustra el aura casi mítica que suscita Xosé Manuel Beiras en la autodenominada izquierda rupturista, que parece haber escalado parte de la montaña que supone ir de la mano a los comicios, si bien todavía les resta hacer cumbre con la fórmula electoral elegida. En ese proceso, el veterano dirigente resulta capital por su efecto aglutinador, hasta el punto de que Pablo Iglesias, líder de Podemos, le planteó en junio cuando visitó Galicia para comenzar este proceso de negociación concurrir en las listas y afrontar un nuevo último capítulo de su vida política en el Congreso.

Siempre imprevisible, Beiras ha descartado esta opción en privado, según coinciden varias fuentes consultadas, aunque mantiene la incertidumbre. Ya en agosto, Carolina Bescansa, una de las cofundadoras de Podemos, declaró a FARO que le "sorprendería" que el inquilino de A Reboraina, su casa en Brión, decidiese concurrir en las listas a su edad, motivo por el que en su día vilipendió a Fraga. Su presencia en las Cortes podría incluso ser menor que sus visitas al Parlamento gallego, a pesar de vivir a escasos kilómetros de Santiago. Otras voces no descartan la opción Villarejo, emulando al exfiscal que se presentó en las listas a las europeas de Podemos y luego dimitió. Esa vía es remota.

El citado día 2, el que fuera tótem del nacionalismo, una parte del cual lo culpa de la anémica situación de este de los últimos años, indicó que todavía no era momento de abordar la marca con la que concurrirán y que todavía resta por sumarse parte de la sociedad civil que también tiene que aportar en el proceso.

Anova y EU abogan por una fórmula como las Mareas, un nuevo sujeto político sin un partido dominante, mientras Podemos Galicia tiene las manos atadas porque debe incluir su nombre en primer lugar en la papeleta, según decidieron sus bases.

En público, Beiras ha pedido un esfuerzo al BNG y le ha tendido la mano, aunque este rechaza ir de la mano con Podemos y renunciar a un grupo parlamentario propio en el Congreso de los Diputados.

Las plataformas ciudadanas cercanas a ambos polos dieron ayer un paso más para presionar a favor de una lista unitaria de este espectro político, aunque sin visos de prosperar a tenor de la situación. Encontro cidadán por unha Marea Galega e Iniciativa pola Unión acordaron lanzar una convocatoria conjunta a los partidos para alcanzar el parnaso de la "unidad popular". Según las fuentes consultadas, el éxito de esa unión resulta una quimera a día de hoy.

Tras meses de negociación, el alivio que transmitían dirigentes de Anova, EU y Podemos Galicia al desbloquear su alianza ha tornado cierta inquietud en privado que no se reconoce en público, especialmente en lo relativo a las dos últimas formaciones.

El fracaso del intento de fichaje de Alberto Garzón, candidato de IU y que será cabeza de cartel de la plataforma Ahora en Común, por parte de Pablo Iglesias ha enturbiado las relaciones entre ambas formaciones. Los primeros se sienten menospreciados y Podemos no quiere cargar con la "mochila" de la formación que dirigió en su día Julio Anguita.

El coordinador de IU, Cayo Lara, ya ha advertido de que se abre un "nuevo escenario" en el que la líder de EU, Yolanda Díaz, sigue en medio de dos aguas, pues fue una de las que propició el encuentro entre Garzón y Iglesias. Aunque EU tiene autonomía para sellar coaliciones, si la cúpula federal marca distancias con el partido morado, la posición de Díaz podría debilitarse y forzarla a elegir bando.

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