PSdeG y BNG recuperarán esta mañana la Presidencia de la Diputación de Lugo mediante una moción de censura que tumbará al gobierno provincial del PP tras tres meses. La popular Elena Candia cederá así el bastón de mando después de que el alcalde socialista de Becerreá, Manuel Martínez, se negase a apoyar a un compañero de partido para el puesto tras la negativa del BNG a avalar su candidatura debido a su imputación judicial. Tras el conflicto generado en junio, la izquierda ha logrado recomponer el acuerdo. "Di mi palabra y la voy a cumplir", aseguró ayer el regidor, informa Efe.

En la sesión constitutiva de la corporación provincial, Martínez se votó a sí mismo y no a su compañero Darío Campos, alcalde de A Pontenova y candidato alternativo del PSdeG ante el no rotundo del Bloque a dar su voto a un imputado por unas actuaciones en Portomarín de su etapa como diputado provincial responsable de obras.

Entonces, aquel conflicto le costó también a los socialistas la Presidencia de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), que ahora recuperarán a final de mes debido a la salida del exalcalde de Ferrol hacia la Xunta.

La mayoría de votos de PSdeG y BNG quedó anulada y empatada con los del PP, que en segunda vuelta se hizo con el poder como lista más votada. Ahora los 13 votos que suma este bipartito superarán a los 12 del PP, según han acordado, y situarán como presidente a Darío Campos, que se mostró confiado, aunque no garantizó la ausencia de conflicto. "En principio parece que no va a pasar nada, aunque nunca se puede decir nada, puede pasar cualquier cosa, incluso un tema de salud", explicó a Efe.

Por su parte, Elena Candia declaró ayer que asume con "normalidad" la sesión que hoy supondrá su salida del puesto tras tres meses en los que ha aplicado varias medidas polémicas. La última se produjo el martes cuando aprobó conceder 2,9 millones de euros en ayudas para repartir entre 33 concellos, de los que 31 están bajo gobierno del PP. Candia justificó la decisión para "equilibrar" la inversión realizada entre enero y junio por la institución, cuando concellos de PSOE y BNG recibieron 3,4 millones.

Además, anunció que denunciará ante la Fiscalía obras del anterior gobierno, que estuvo presidido ocho años por el actual secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, imputado en otro caso judicial por presunta corrupción. También pedirá a la oficina antifraude de la UE que investigue un programa de innovación. Además, cambió un Audi A-8 usado por su antecesor por una furgoneta dedicada a servicios sociales.

Los líderes de PP y PSdeG también se refirieron al cambio de ejecutivo en Lugo. El presidente de la Xunta y de los populares, Alberto Núñez Feijóo, mostró sus dudas sobre lo que hoy sucederá. "No sé si cambiará de manos la Diputación de Lugo o no", declaró antes de indicar que desconoce que si han cambiado las "condiciones" para que el alcalde de Becerreá modifique su voto.

Por su parte, Besteiro apostó por "recuperar la normalidad democrática" en la institución y afeó al PP las denuncias sobre su gestión. "Quien mira constantemente al pasado se equivoca y los ciudadanos se lo hacen pagar", zanjó en Vigo.