Uno de los episodios que más se repite en la vista es el de la supuesta agresión que sufrió la niña en la madrugada del 4 al 5 de julio en casa de su madre. Porto acudió a comisaría a contar lo sucedido, pero no lo denunció, dijo, para no "traumatizarla". Una de las progenitoras que la animó a ello y que invitó a Asunta a pasar un fin de semana con su familia este verano vio el episodio lo bastante "raro" como para acudir a comisaría para relatarlo al saber de la muerte de la niña. Esta madre de una compañera de ballet cuenta cómo mientras iban en el coche pidió a las niñas que contaran algo y Asunta explicó: "Esto era una niña que estaba tranquilamente durmiendo en casa, de repente alguien apareció, intentó ahogarla y vino su mamá la liberó y la niña a la que pasó eso soy yo". En ese momento, la vio "fuera de sí" y llamó a Rosario, que se lo confirmó. Intentó convencerla de denunciar pero le dijo que "marearían" a la niña "y total para nada", por lo que luego acudió ella a comisaría a relatarlo.

También una vecina del domicilio de Porto aludió al episodio, que le contó la propia acusada el día 17 de septiembre (el anterior a que Asunta faltara al colegio) en una charla que empezó versando sobre "temas de la comunidad". Porto le explicó que la niña dejó las llaves puestas ese día, que de madrugada los gritos de la niña la despertaron y que "un hombre estaba ahogando a su hija" y que "se quedó bloqueada" y que "lo único que hizo fue abrazar a la niña para que se sintiese protegida en su propia casa". No obstante, esta vecina concedió al fiscal que vio la historia "inverosímil" porque uno de sus perros "no para de ladrar" ante "cualquier ruido" que oye. El letrado de Porto apuntó que cuando fue allí no oyó tal perro y ella alegó que procura calmarla para "no molestar a los vecinos".

Esa misma vecina también comentó que ese día vio a Rosario "muy alterada, con lágrimas en los ojos, pero no llegó a llorar". "Estaba muy inquieta, nunca la había visto así", añadió. La mujer contó que se había enterado de la muerte de Asunta al encontrar a Basterra en el portal "muy serio". Le comentó que habían encontrado a la niña en un monte "tirada" y que lo que le preocupaba era "qué" le habían hecho a su hija: "Espero que no la hayan violado". Y que ella lloró y él se abrazó a ella y rompió a llorar también.

Otra madre, en ese caso de una niña que estudió con Asunta desde los 3 años, explicó que la noche de la desaparición de la niña Rosario la llamó y le contó que por la tarde había dejado a la niña "estudiando", una versión que luego las cámaras desmontaron. Esta progenitora se refirió a que ese agosto, cuando la menor pasó mucho tiempo con su hija en Vilanova, la vio "como siempre".