Las Universidades gallegas se repartirán el próximo año 474,3 millones de euros de financiación pública, de los cuales 131 millones se distribuirán en función de resultados. Así consta en el nuevo plan de financiación universitaria 2016-2020, un plan que ultima la Consellería de Educación, que prevé su aprobación en el Consello Galego de Universidades el próximo martes para que a finales de mes le dé luz verde el Consello de la Xunta. Las Universidades de Vigo y Santiago darán el visto bueno al programa que garantiza a los siete campus 2.479,3 millones durante los próximos cinco años, de los cuales 2.069,26 corren a cuenta del propio plan de financiación y 410 son recursos públicos ajenos al plan pero que proceden de la propia Xunta y otras administraciones, como la UE. El sentido del voto de la Universidad de A Coruña es una duda, pues al rectorado no termina de convencerle el plan.
Con el nuevo programa plurianual, las universidades ven incrementada su financiación pública en un 17% y también verán elevado el porcentaje de los fondos que se repartirán en función de lo bien que lo hagan. Si ahora el destino de treinta de cada cien euros se decidía en función de cumplimiento de objetivos, el año que viene será el 33,4% de los 392,30 millones del plan y en 2020, el porcentaje será del 40%. En todo caso, es un porcentaje menor que el demandado por los rectorados de Vigo y Santiago. El primero barajaba hasta el 60% y el compostelano proponía un 50%.
El último año del plan, los siete campus contarán con 429,9 millones a cargo del plan, y 82 millones de otras fuentes públicas, y 172 millones se asignarán en función de resultados. ¿Cómo se medirán los resultados? El departamento de Román Rodríguez y los campus han pactado doce indicadores y diferentes ponderaciones para cada uno que determinarán el dinero que se lleva cada universidad.Cuanto más rindan los campus en investigación, más fondos captarán.
La captación de talento investigador con una ponderación del 20% es el indicador con más peso y el segundo con un peso del 15% son los ingresos por investigación que logran las universidades. El número de grupos de investigación, la producción científica, la visibilidad de la producción científica y los alumnos de posgrado por cada graduado son cuatro índices que tendrán una ponderación del 10%.Las patentes en explotación y la tasa de graducación, con un peso del 6%, la relación entre sexenios posibles y óptimos y proyectos nacionales e internacionales en marcha, con una ponderación del 5% y el alumnado extranjero, con un peso del 1%, completan el panel de indicadores.
En el marco del fondo de resultados, habrá un subfondo para mejorar la calidad. Las universidades dispondrán de más dinero si colaboran en grados universitarios, si imparten grados en inglés, si un mínimo del 50% de las materias de un grado se dan en gallego, si participan en programas para mejorar posición en los ránkings internacionales de enseñanza superior y si mejoran la estructura organizativa en campus no centrales. El próximo año, cada uno de estos indicadores decidirá el reparto de un millón de euros.
El grueso del plan, el 66,6%, será financiación estructural que las universidades se repartirán en función del coste del personal docente y administrativo necesarios para atender las necesidades formativas de cada campus.
Con el nuevo plan de financiación, Educación se compromete a que las universidades conozcan cada mes de noviembre las cuantías exactas que recibirán al año siguiente. La cifra global pactada de 2.479,3 millones de euros entre 2016 y 2020 está blindada por el departamento de Román Rodríguez. Si decrecen las necesidades estructurales, los recursos sobrantes se irán al fondo de resultados y al revés.
