El pinchazo de la burbuja inmobiliaria ha sido uno de los agravantes de la crisis económica española tras el tsunami mundial que generó el desplome de Lehman Brothers. La recuperación que reflejan las estadísticas macroeconómicas parecen haber contagiado también al principal indicador de este sector: el negocio del suelo urbano. Durante la primera mitad de este año, ha registrado las mejores cifras desde el año 2011, tanto en las operaciones de venta cerradas como en la superficie total de las mismas y, por supuesto, en el dinero generado. A nivel estatal también se ha mejorado con compraventas en niveles de 2012 y un movimiento de fondos de 1.114 millones, apenas dos más que hace dos años.
Entre enero y junio, la compraventa de parcelas urbanas entre particulares o empresas -personas jurídicas- en Galicia generó 14,3 millones de euros, dos más que en el mismo período del año pasado y el dato más elevado desde los 18 alcanzados hace cuatro ejercicios. Con 2011 mantiene cercanas cifras tanto en las transacciones acometidas como en la superficie vendida. En el primer capítulo, en Galicia se cerraron 234 operaciones, un 26% más que el año pasado y cerca ya de las 247 de 2011, fecha a partir de la cual el negocio comenzó a resentirse. En cuando a la superficie, este año se han vendido 267.000 metros cuadrados, un 33,% más que en 2014 e incluso algo más que los 259.000 de 2011.
La patronal de los promotores inmobiliarios siempre ha insistido en la existencia de demanda de vivienda nueva en los grandes entornos urbanos de Galicia, principalmente en Vigo y A Coruña y que la mejora de las cifras de empleo asociada a la fluidez del crédito permitirían construir de nuevo en estos puntos y no en otros donde no existe demanda, caso de las poblaciones turísticas, uno de los errores de la crisis, según entienden.
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Las provincias atlánticas constituyen el principal motor de este negocio y las últimas estadísticas del Ministerio de Fomento lo evidencian. De la superficie vendida en seis meses, Pontevedra y A Coruña copan el 73% del total, con 65.000 metros cuadrados en el primer caso y 130.000 en el segundo. Lugo alcanza los 58.000 y Ourense apenas los 14.000, la misma cifra que el año pasado.
Aunque A Coruña se sitúa en primer lugar en cuanto a volumen, su incremento del 18% en un año se queda lejos del 38% de Pontevedra y del 100% de Lugo. Las dos provincias atlánticas también registran un peso similar en cuanto al dinero generado. Pontevedra alcanza un incremento del 48% hasta los 5,8 millones y se acerca a A Coruña, que obtiene 6,2, 300.000 euros menos que en 2014. Se trata de los mejores datos pontevedreses desde 2011. Lugo también eleva el negocio un 38% hasta los 1,8 millones, mientras en Ourense se quedan en 0,4, la cifra más baja del último lustro.
Estas cifras se producen mientras el precio del metro cuadrado ha crecido ligeramente en el segundo trimestre del año, según los datos de Fomento, desde los casi 74 euros a los 74,6, de media, lejos todavía de los 125 de 2011 e incluso de los casi 88 de 2013, lo que ha facilitado cerrar operaciones. En Pontevedra cuesta 104 euros (+1% respecto al ejercicio pasado), por 76 en A Coruña (+8,5); 50 en Lugo (+6,9%) y 44 en Ourense, única provincia donde desciende el valor en junio, en concreto un 45%.
