El auto notificado ayer con la imputación de casi medio centenar de personas, solo en la causa principal y en la pieza separada del Concello de Nigrán que se llevarán en el Juzgado de Instrucción 7 de Vigo, supone el primer paso de un proceso judicial que puede durar años. El secreto de sumario se ha levantado año y medio después de las primeras detenciones y los imputados serán citados para prestar declaración, pero antes tendrán varias semanas para hacerse con los 13.500 folios del sumario para preparar su defensa.

Tras ser interrogados por la juez y el fiscal en presencia de los letrados que representan a cada uno de los implicados -pueden negarse a contestar-, las defensas podrán solicitar nuevas pruebas y recurrir los autos judiciales.

El fiscal y la magistrada pretenden agilizar todo lo posible el ya de por si lento proceso, por eso tratan de evitar una "macrocausa". A las inhibiciones en favor de los juzgados de Pontevedra, Ponteareas, Santiago y Ourense para que investiguen supuestas actuaciones delictivas en sus demarcaciones, se suma la apertura de una pieza separada sobre Nigrán, competencia de la misma juez de Vigo. El número de imputaciones de la Operación Patos no solo crecerá en las otras ciudades a las que se han enviado parte de las diligencias, sino que también podría hacerlo en Vigo en función de lo que declaren los implicados.

El objetivo principal es no repetir lo ocurrido en la Operación Pokemon, que investiga desde Lugo una trama de sobornos y amaños de concursos en el que hay más de cien imputados entre empresarios, políticos y funcionarios con epicentro en la empresa Vendex y que salpica a ciudades como Lugo, Ourense, Santiago y A Coruña. La Pokemon estalló en septiembre de 2012 y sigue en fase de instrucción. Ni idea de cuando podrá celebrarse el juicio.