Si ya son muchos los gallegos que resuelven ciertos problemas médicos con una simple llamada de teléfono, en el futuro podrían no necesitar más que una tablet con una conexión a internet para acceder a su historial médico y, de la misma forma en que suben una foto a una red social, cargar los datos de su última medición de la tensión, del peso o la temperatura y confiar en que si hay alguna anomalía los profesionales sanitarios la detecten. No tendrán que esperar tanto para experimentar esa posibilidad "entre 500 y 600" enfermos crónicos que participarán, a partir de octubre y hasta noviembre, en un programa piloto para comprobar el funcionamiento en la práctica del innovador programa del Sergas Fogar Dixital. Para ello, la Consellería de Sanidade les facilitará a cada uno de ellos una tablet con conexión 3G a internet.
Los voluntarios de este experimento serán pacientes crónicos, a los que se realiza seguimiento, de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), diabetes e insuficiencia cardíaca de las áreas de A Coruña y de Lugo. Son zonas donde ya se implantó de forma experimental la nueva historia clínica electrónica en la que trabaja el Sergas, imprescindible para el proyecto de Fogar Dixital, como explica el subdirector de Ordenación Asistencial e Innovación Organizativa del Sergas, Julio García Comesaña, ya que es la única que permite la prescripción de un programa de teleseguimiento e incluir los datos en el historial.
El profesional médico, explica, prescribe un programa de teleseguimiento al paciente y este recibe una herramienta denominada Telea que le permitirá enviar desde su entorno datos solicitados por su médico, desde biomedidas (glucosa, tensión arterial...) hasta un cuestionario que busca averiguar cómo se siente, como es el caso de los enfermos de EPOC, directamente a su historial. El sistema también permitiría al paciente recibir consejos sanitarios (como un vídeo sobre cómo utilizar tiras de insulina) u otras prescripciones, desde dieta a ejercicio, e incluso controlar los fármacos que toma y el efecto que tienen.
Para realizar estas biomediciones, a su hogar llegarán, en función de la dolencia, además de la tablet, un glucómetro (para medir la glucosa), un tensiómetro (la presión arterial), un pulsioxímetro (el nivel de saturación de oxígeno), un termómetro o una báscula, todos ellos digitales. Cuando el paciente realice una medición, puede meter por sí mismo los datos en su historial (recibirá formación para aprender su manejo y un técnico le asesorará si tiene problemas) o dejar que lo haga el aparato vía bluetooth. Automáticamente, señala García Comesaña, los resultados de estas mediciones "se integran" en la historia clínica del paciente.
Una herramienta revisará si el dato está de acuerdo con los valores que el sanitario prescribió y devolverá al paciente la respuesta. A la vez, avisará al profesional asignado de que la medida fue realizada y de cuáles fueron los resultados. Pero como la cantidad de datos que registrará el programa es enorme (los de EPOC tienen que realizar mediciones diarias), la herramienta, explica García Comesaña, lleva integrado un software que filtra los datos y, aunque los guarda todos, solo "llama la atención" del sanitario ante valores "anómalos". "Hasta el punto", afirma el subdirector xeral, "de que en alguna patología podemos definir que algún valor requiera una intervención directa del 061 y ya se le avisa".
La intención del Sergas es "extender" este proyecto experimental (que forma parte del Innova Saúde y está cofinanciado en un 80% por la UE) si funciona, aunque estaría por ver a qué patologías. La experiencia con los enfermos de EPOC que ya participaban en un programa piloto europeo de seguimiento les indica que los reingresos disminuyeron, tienen mejores condiciones de vida y están satisfechos. García Comesaña resalta además que Fogar Dixital tiene la ventaja de ser propio del Sergas, estar integrado en sus sistemas y que la información esté custodiada igual que la que se toma en un hospital.
