Se trata de calentar, o refrescar a través de aire acondicionado, aquellos rincones o estancias de la casa más frecuentados, de manera que se ahorre energía sin activar la calefacción, por ejemplo, en las habitaciones en las que nunca hay nadie. Sería una especie de energía canalizada o el fin del "café para todos" en climatización. Y esa detección de gente en la estancia se realiza a través de sensores, para, de este modo, activar o no la refrigeración de la habitación. Bajo estas premisas trabaja el alumnado del Ciclo Medio de Instalaciones de Producción de Calor del centro integrado Coroso de Ribeira. Su proyecto sobre Domótica con sensores, pensado por el profesor Sergio Lloves, recibió a finales de curso, justo antes de verano, un premio de innovación de la Xunta en el área de Didáctica.
"El presupuesto aportado por Educación para la compra del material necesario para realizar la instalación en el centro es de casi 4.000 euros y el plazo para acabar el proyecto es diciembre", expresa el docente del CIFP Coroso encargado de perfilar y poner en marcha el trabajo galardonado por innovador. Licenciado en Física y profesor de 'Organización y proyectos de sistemas energéticos", Lloves expresa que en estos momentos el alumnado está centrado en montar en las estancias del instituto las tuberías que permitirán poner en práctica, mediante sistema automatizado, la circulación de la energía.
Según Lloves, la domótica, también conocida como la tecnología para desarrollar el hogar inteligente, será clave en los próximos años. En la práctica, es decir, en el día a día del mercado dispuesto a utilizar domótica ya se realizan divisiones energéticas por estancias, de manera que las más habitadas están programadas para concentrar mayor nivel de calefacción o aire acondicionado; "sin embargo, todavía no es común que este control se realice mediante sensores que detectan la presencia humana". En definitiva, se trata de regular la temperatura de las salas de un determinado recinto o infraestructura, para que sea lo más idónea posible. Para que los sensores no se activen y desactiven continuamente, "aplicamos una especie de retardo para que exista una lógica en la activación, de modo que no sea excesivo el consumo de encendido y apagado", expresa Lloves. En principio, este profesor inició el proyecto para estudiar la asignatura de un modo distinto, con aplicaciones prácticas. "De ahí que el galardón en innovación sea en el apartado de didáctica, pero está claro que el alumnado de este ciclo va a terminar los estudios con un proyecto realizado por ellos mismos, paso a paso, en domótica con sensores, de manera que si el día de mañana trabajan en empresas que lo pongan en práctica van a tener mucho camino andado, porque es todo práctica", argumenta el profesor Lloves.
Válido para casas
"Hoy en día gran parte de la eficiencia energética en instalaciones de climatización pasa por una adecuada regulación en los equipos utilizando sensores de diversos tipos", cuenta Lloves, quien aclara que en este caso el proyecto incorpora "la regulación de los equipos de climatización en función de la presencia o no presencia de personas en los recintos para climatizar". "Este sistema está especialmente indicado para recintos de viviendas o centros públicos con ocupación variable, alternada e imprevista, por ejemplo, en los centros de formación profesional es habitual que no estén ocupadas simultáneamente las aulas de taller y las aulas de teoría de forma que se podría priorizar para calefactar con mayor potencia los recintos con presencia en ese momento, con el objetivo de lograr con mayor rapidez la temperatura deseada", describe el docente como base del proyecto, que ahora se pone a prueba en el instituto pero es extrapolable a otro tipo de construcciones.
