Cuando en febrero de 2014 explotó la Operación Patos, no tardó demasiado en trascender que uno de los cinco detenidos era padre de una joven que en aquel momento era concejala del Partido Popular en el Concello vigués. El arrestado en cuestión era Enrique Alonso Pais y ella, Alexia Alonso. A lo largo de los tomos que recogen las miles de conversaciones telefónicas interceptadas al dueño de Eiriña, los agentes también transcriben muchas que mantuvo con su hija. "¿Estás en el Concello o en casa? ¿Se aprobaron ayer los presupuestos al final, no?", le pregunta el empresario. "Sí, sí [...]", responde ella. Es una llamada interceptada en enero de 2013, apenas días después de que la juez ordenase los pinchazos. La Policía Nacional señala en su informe que esta pregunta de Pais a su hija constata su "evidente interés" por conocer "los pormenores" del Ayuntamiento vigués, "presuntamente para saber de posibles contrataciones" a las que, siempre según la tesis policial, después podría optar.

Hay más conversaciones del empresario y la joven que transcriben los agentes. Los temas son dispares, pero muchos relacionados con interioridades de la vida municipal. Como cuando ella le cuenta la cara de "susto" que se le quedó a dos concejales cuando ella se encontró con ellos y los vio "con un sobre".