La Xunta aplicará al rural una tributación más ventajosa para fijar población e incentivar la actividad económica en estas zonas. Para ello la Consellería de Facenda incorporará a los presupuestos de 2016 un programa de "fiscalidad cero en el rural" que supondrá rebajas en todos aquellos impuestos que son competencia de la Xunta: desde el tramo autonómico del IRPF, al impuesto de transmisiones patrimoniales, actos jurídicos documentados o el de sucesiones y donaciones.

Así lo anunció ayer el conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, en la clausura de unas jornadas celebradas en Santiago organizadas por la Asociación para el Progreso y la Dirección (APD) con la colaboración de la Asociación Gallega de Empresas Familiares (AGEF).

Con la recuperación económica aumentarán los ingresos de la Xunta y, según explicó ayer Valeriano Martínez, esto permitirá aplicar medidas fiscales que el Gobierno gallego tenía comprometidas pero que debido a la crisis tuvo que posponer. "Ahora las podremos materializar en los próximos presupuestos para 2016".

Y citó en concreto tres medidas: nuevas rebajas en el impuesto de sucesiones y donaciones, más deducciones en el IRPF y la "fiscalidad cero en el ámbito rural". Según aclararon desde la consellería, no se trata de suprimir impuestos en el rural sino de aplicar rebajas en todos los impuestos competencia de la comunidad autónoma.

"Siempre que sea posible, la intención del Gobierno gallego es fijar deducciones orientadas a fomentar la inversión en la comunidad autónoma, con la finalidad de impulsar la iniciativa privada para la recuperación económica y el fomento del empleo", explicó ayer Martínez ante diversos representantes de empresas familiares que participaron en las jornadas.

En este sentido, explicó que la Xunta ya había hecho esfuerzos para "mejorar el entorno legal y fiscal" de las empresas familiares y citó, en concreto, la reducción del 99 por ciento en la base imponible del impuesto de sucesiones y donaciones para la transmisión intergeneracional de empresas y negocios. En los últimos cinco años se beneficiaron de estas deducciones 5.120 contribuyentes a los que se les aplicó una reducción fiscal de más de 57 millones de euros.

El objetivo, según defendió el conselleiro de Facenda, es que la tributación "no sea un obstáculo para la transmisión intergeneracional de los negocios".

Con este fin precisamente Facenda concedió en los últimos seis años aplazamientos en el pago del impuesto de sucesiones que ascienden a 100 millones de euros.

A estas medidas se suman las bonificaciones fiscales aprobadas en 2014 en el caso de transmisión de una empresa que permiten que el donante y el heredero puedan compaginar los dos la dirección de la empresa durante un año.

Además de la sucesión, Valeriano Martínez señaló que las empresas familiares tienen también que afrontar otro reto: la adaptación a un mercado cambiante. Para ello les recomendó que "lleven sus productos a otros países" para aumentar su competitividad. El conselleiro cree que estos negocios deben mejorar la comunicación en sus órganos de gobierno e "institucionalizar la gestión".

Sucesión

Durante las jornadas, diferentes responsables del mundo de la empresa familiar abordaron las dificultades que entraña la sucesión y sobre si es el mejor momento para formalizar un relevo al frente de estos negocios. "En una situación convulsa económicamente puede ser peligroso si no se acierta", señaló Francisco Barbeiro, gerente de Cristal Pontevedra.

Los empresarios coincidieron además que siempre debe primar el negocio sobre la familia y que es preferible incorporar a un directivo de fuera para dirigir la firma a mantener en el puesto a un pariente que gestional mal la empresa. En este sentido, también se mostraron favorables a contratar a asesores externos. "Se tiende mucho a la complacencia y un consultor puede decirte lo que nadie se atreve", explicó Anxo Mourelle, de Cabinas Lagos.

El presidente de la Asociación Gallega de Empresas Familiares, Emilio Pérez Nieto, destacó la "valentía" de los empresarios que renuncian y dejan el negocio en manos de sus sucesores y pidió que las empresas familiares sean consideradas como emprendedores.