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Un incendio forestal en Nogueira de Ramuín arrasa 150 hectáreas

-Quedó extinguido ayer a las ocho de la tarde -Otro pequeño fuego vuelve a afectar a Cualedro

Un agente forestal busca pruebas en el incendio de Nogueira de Ramuín. // Brais Lorenzo

Los incendios siguen sin dar tregua a Ourense que atraviesa uno de sus veranos más negros en materia de incendios forestales. Mientras media Galicia se cubría de nubes e incluso dejaba caer chubascos en el litoral atlántico, las llamas continuaban castigando los montes ourensanos. A las 22.00 horas del pasado martes se iniciaba en Nogueira de Ramuín un fuego que no fue extinguido hasta última hora de ayer tras quemar unas 150 hectáreas de terreno.

Los servicios de extinción pudieron controlar las llamas ya a las 9.55 horas de la mañana de ayer y pasado el mediodía, a las 13.50 horas, Medio Rural lo daba por controlado. Finalmente a las 20.20 horas el incendio quedaba completamente extinguido.

En los trabajos de control participan ocho agentes forestales, 27 brigadas, 16 motobombas, dos palas y tres helicópteros.

Cualedro

Además el fuego volvió ayer a Cualedro, parroquia de Atás, donde quemó 1,3 hectáreas. También ardió en la periferia de la capital, esta vez en Beiro, con un foco registrado a las 15,21 horas que arrasó tres hectáreas.

El Comité de Defensa do Monte Galego convocó para esta tarde, a las 20 horas, en la Praza Maior de Ourense, una concentración de protesta bajo el lema "Lume Nunca Máis". El colectivo llama a todos los ourensanos a sumarse a esta movilización "contra la destrucción ecológica, económica y social" que están provocando los incendios y la "mala gestión".

Agentes de la Policía autonómica de la Jefatura de Ourense han informado de la imputación de un vecino de San Cibrao das Viñas como presunto autor de un incendio forestal registrado en este municipio.

El fuego por el que se le imputa se originó este lunes, día 7, en la parroquia de San Miguel de Soutopenedo y afectó a una superficie de unas 3,5 hectáreas de monte. El incendio se inició a causa de una negligencia del hombre al realizar trabajos de desbroce sin cumplir las normas de seguridad.

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