Si la pasada semana los productores lácteos de Galicia iniciaron las tractoradas en la ciudad de Lugo, ayer la llevaron a la capital de Galicia. En torno a 4.000 tractores, según los organizadores -la Policía Nacional rebaja la cifra a 800-, tomaron Santiago y durante horas bloquearon con sus vehículos las principales arterias de la ciudad, entorpeciendo el tráfico, generando retenciones y alterando el transporte público. La principal demanda es un "precio justo" para la leche, que se está vendiendo por debajo del coste de producción. Mientras, un consejo extraordinario de ministros de Agricultura de la UE se reunía en Bruselas para intentar calmar los ánimos de un sector que atraviesa una grave crisis en toda Europa. Acordó echar un mano a los agricultores con una nueva línea de ayudas por 500 millones de euros, pero no accedió a una de las principales demandas, firmada por España, Italia, Portugal y Francia, que era de la subir los precios de intervención de la leche, una medida que los ganaderos consideran primordial para mejorar su cuenta de resultados. Esta medida consiste en pagar más por los excedentes por parte de las administraciones y almacenarlos hasta que se estabilizan los precios, de forma que los productores puedan vender su leche a un precio más alto.

El resultado de la cumbre no fue el esperado, por lo que los ganaderos gallegos decidieron -en una asamblea al caer la tarde- dejar sus tractores ocupando las calles compostelanas bloquear hoy un centro comercial y otro de distribución, aparte de San Caetano, sede de la Xunta, con cuyo máximo mandatario reclaman un encuentro.

No obstante, consensuaron también dejar un carril de seguridad o habilitar algún paso para situaciones de emergencia. La tractorada de ayer provocó retenciones en los accesos de la ciudad y dejó bloqueada la Avenida de Lugo o Romero Donallo, dos vías claves en la circulación, desde las siete de la tarde. Desde el Concello reconocían que el hecho de que los tractores ocupasen los 10 kilómetros de perímetro urbano que se habían fijado en principio solo para la marcha va a crear "problemas de tráfico seguro" estos días, aunque afirman que trabajan en un dispositivo para intentar "minimizar" los efectos, porque "el Concello no va a intervenir para mover los tractores".

Las noticias procedentes del consejo de ministros europeo no ayudaron a calmar los ánimos de miles de ganaderos necesitados, como señaló Roberto García, de Unións Agrarias, de "un mínimo de oxígeno". Este sindicalista explicó tras la reunión a pie de los tractores que la ayuda de 500 millones les parece "insuficiente" y "apartada" de lo que los productores pedían. "El tema de fondo", dice, "era subir los precios de intervención y habilitar regulaciones de mercado para épocas de crisis y eso no lo han solucionado". "Lo demás es un tema de maquillaje", proclama.

Por la mañana los representantes de las organizaciones agrarias insistieron también en que de cara a la reunión entre productores, industria y distribuidores del 10 no les "vale un acuerdo que esté basado en la voluntariedad ni en la libertad de cumplimiento". "Queremos base reglada que obligue al cumplimiento", reclamaba García. Con distintas palabras los ganaderos hicieron gala de unidad al coincidir en reclamar vivir de su trabajo y "estabilidad". Si la reunión del 10 no fructifica, se plantean una huelga de entregas.

En su reunión, los ministros de Agricultura de toda la UE recibieron la propuesta de la Comisión enfocada a solucionar la crisis del sector lácteo, que como principal medida, que ahora se empieza a discutir, prevé destinar 500 millones de euros al sector agrario, si bien falta por precisar cómo será el reparto entre los Estados y en qué condiciones.

También se planteó la posibilidad de subir del 50% al 70% los anticipos de los pagos directos a los productores. Pero, como ya había advertido el Comisario de Agricultura, no se tocará el precio de intervención. A cambio, se proponen cambios en el sistema de almacenamiento privado para la leche desnatada en polvo.

La ministra española de Agricultura, Isabel García Tejerina, aseguró que el paquete de medidas de Bruselas responde a la petición de España, si bien precisó que la Comisión Europea debe "aclarar aún cuestiones importantes", como el nuevo modelo de almacenamiento de excedentes, que a su juicio puede funcionar como una subida del precio de intervención, y de cómo se trasladarán las ayudas las explotaciones agrarias.