Los regidores "rebeldes" de Galicia mantuvieron ayer un encuentro con los alcaldes de las Mareas de otras seis ciudades españolas para proclamar que "el cambio es imparable". En este encuentro el primer edil de Santiago, Martiño Noriega, defendió que sus ciudades son "la mejor carta de presentación" mientras que Xulio Ferreiro, de A Coruña, reivindicó la "ingenuidad" a la hora de gobernar y apeló a la cooperación entre los regidores de las Mareas.

Tras los primeros 100 días de mandato se dieron cita en Barcelona los alcaldes y alcaldesas Ada Colau (Barcelona), Manuela Carmena (Madrid), Dolors Sabater (Badalona), Pedro Santisteve (Zaragoza), Xulio Ferreiro (A Coruña), Martiño Noriega (Santiago de Compostela), Joseba Asiron (Pamplona) y José María González "Kichi"(Cádiz), quienes participaron en el acto "Ciudades por el bien común", celebrado en el polideportivo de la Estació del Nord de Barcelona, que se llenó de asistentes que corearon el lema "Sí se puede".

En este encuentro, que podría repetirse en el futuro, los regidores defendieron otra forma de hacer política. El alcalde de Santiago aseguró que éste es el comienzo de un tiempo nuevo y de esperanza no solo para los municipios de España, sino para ciudadanos del sur de Europa que están siendo tratados con brutalidad -en referencia a Grecia-- y avisó: "Frente a su soberbia, nosotros la humildad; ante su desprecio, la fraternidad".

Noriega --que ha intervenido en castellano, catalán y gallego-- reivindicó la importancia de que las ciudades sea abiertas y estén dispuestas a cambiarlo todo para aumentar la justicia social, y aseguró que son "la mejor carta de presentación de lo que se puede llegar a conseguir cuando se coloca el bien común y lo que une por delante del interés propio".

Por su parte, el regidor de A Coruña aseguró que los miembros de Marea Atlántica no se sienten solos ni siquiera cuando pisan "una trampa". "Somos inexpertos. No pasa nada. Al contrario, ojalá conservermos esta ingenuidad hasta el último día", aseguró al tiempo que se mostraba "orgulloso de ser rebelde".

En opinión de Ada Colau, lo que une a todos los alcaldes presentes ayer en Barcelona "no son las siglas, sino el bien común". Así, reivindicó el cambio ante una crisis que "no es solo económica y social sino sobre todo política y ética". "Hay que abrir las puertas y las ventanas para que entre el aire fresco y se vaya el rancio", proclamó.

Y como estandarte colocaron la reacción de las ciudades de las Mareas ante la crisis de los refugiados. Así Manuela Carmena se congratuló de que Madrid y Barcelona hayan sido las primeras ciudades en declararse "ciudades de acogida". A Coruña ya anunció que se sumará a esta red de concellos y Santiago también ve esta iniciativa "con buenos ojos".

Otros alcaldes como el de Zaragoza, Pedro Santiesteve, apelaron a la "resistencia constitucional" para defender el Estado social. El gaditano José María González "Kichi" aplaudió que se haya acabado la "impunidad" de ayuntamientos que vivían de "puertas cerradas" a los ciudadanos.