La llegada de la crisis propició el auge de nuevos modelos colaborativos. Un ejemplo fue la creación, por las asociaciones de padres, de bancos de libros en los centros educativos para ayudar a las familias con menos recursos. Este año la Xunta, siguiendo los consejos de la Defensora del Pueblo, decidió imitar ese modelo y combinarlo con su sistema de ayudas para la adquisición de manuales, instaurando el préstamo en cuatro cursos, una iniciativa contemplada con recelo desde varios frentes de padres. No obstante, y pese a la reticencia de algunas anpas a prestar su colaboración al Ejecutivo, los bancos de libros auspiciados desde la Administración para cubrir las necesidades de 3º y 5º de primaria y 2º y 4º de secundaria incorporan ya 5.000 manuales donados voluntariamente por las familias.

Aunque apenas representan un 2,3 por ciento del total de ejemplares reunidos hasta ahora por la Consellería de Educación -que cifra los manuales recopilados por el momento, según su titular, Román Rodríguez, en 215.000- implica una respuesta positiva de cientos de familias a la petición de la Xunta, que apelaba a la generosidad de los hogares para ayudar a construir los bancos de préstamo de los centros.

Porque si bien en un principio Educación contaba con que la devolución de los libros que habían sido financiados con cargo a las ayudas públicas bastasen para cubrir la demanda en los cuatro cursos que se pasaron al modelo de préstamo, estos se revelaron insuficientes. Al menos en primaria, que es donde finalizó ya la recogida, porque en la ESO acaba este viernes, para dar margen a quienes tenían alguna asignatura suspensa para preparar su recuperación. Eso obligó al Gobierno gallego a ordenar a los centros adquirir manuales para alcanzar "el mismo nivel de apoyo de la Administración autonómica que se tendría con el sistema de ayudas".

Por otra parte, a partir de mañana las familias podrán solicitar las ayudas a la compra de material escolar dotadas con 50 euros, una nueva línea de apoyo lanzada por la Administración autonómica para echar una mano en el inicio de curso a los hogares con una renta per cápita igual o inferior a 5.400 euros por año y con la que prevén llegar a unos 60.000 beneficiarios.

Sobre esta ayuda se pronunció ayer la Fundación Amigos de Galicia. Esta entidad señalaba en un comunicado que la vuelta al cole supone para las familias un gasto por niño de unos 350 euros, que "muchas veces es imposible de asumir" y obliga a que los padres "reutilicen el material escolar de años anteriores", mientras que otras veces falta En esa línea, considera que el cheque de 50 euros no cubre todo el gasto que afrontan los hogares y que sería "importante que las familias sin recursos reciban ayudas por el resto del material escolar". Desde este colectivo repartirán material escolar (una mochila, folios, libretas, lápices y otros materiales) entre 1.830 familias, que ya recibieron su ayuda en verano tras la "interrupción de los comedores escolares".

Quienes no tienen que preocuparse por los manuales son los alumnos que utilizan los contenidos curriculares digitales (proyecto E-Dixgal), que durante este año, el segundo de su funcionamiento, llegará a unos 6.000 estudiantes de 5º y 6º de primaria y de 1º de la ESO en 104 centenar de centros educativos en Galicia, según indicó también el conselleiro de Educación en una entrevista a TVG.