Los sectores que quieren impulsar la Marea gallega, como Anova, EU y otras organizaciones, proponen a Podemos una fórmula electoral que permitiría sellar un acuerdo para las generales, mantener el nombre del partido de Pablo Iglesias en la papeleta y garantizar a Galicia un grupo parlamentario propio. Esta vía pasa por sellar una coalición al uso que tendría entidad propia, pero añadiría en el voto la relación de las fuerzas que la integran.
Esta es la oferta que han planteado al partido morado integrantes de Anova en nombre de la corriente que desea configurar una alianza de la izquierda rupturista para "actuar a nivel estatal, pero manteniendo la autonomía de acción" en Galicia, según fuentes participantes en los contactos. Sus consultas legales habrían avalado este mecanismo con el que sortear los escollos para darse la mano definitivamente. Un acuerdo de legislatura blindaría el apoyo gallego al grupo de Podemos en el Congreso, que lógicamente no presentaría papeleta propia en Galicia en unos comicios que se prevén a final de año.
Esta vía pretende satisfacer a todas las partes y supone un toque de atención a Pablo Iglesias: la alianza no se cerrará a cualquier precio y harán falta más que palabras. De hecho, el citado sector considera que mediados de septiembre constituye la fecha límite para calibrar la voluntad de acuerdo de Podemos, pues la campaña se lanzará ya el domingo con la apertura del curso político por parte del PP en Soutomaior y se intensificará con las elecciones catalanas del 27-S.
En caso de no detectar receptividad, proseguirán sus contactos en solitario emulando la fórmula de Marea Atlántica, Compostela Aberta o Ferrol en Común, lo que podría generar que compitiesen tres candidaturas en las generales, sumando la que impulsa el BNG, por el mismo espacio político. "Nosotros no queremos una reunificación del nacionalismo, sino ir más allá y continuar con la experiencia de las Mareas", añaden fuentes de Anova. Esa triple opción sería "un desastre", coinciden todos los bandos consultados.
Podemos tiene en parte las manos atadas por sus propias decisiones previas. El 85% de sus bases aprobó permitir alianzas autonómicas siempre bajo la premisa de que el nombre de Podemos fuese en primer lugar en la papeleta incluso bajo la fórmula Podemos-X.
Sus posibles socios gallegos creen que su oferta permite ajustarse a esta orden de la militancia. Todas las partes aseguran que el acuerdo es posible porque los unen aspectos de fondo y solo los separan cuestiones formales. De momento, tras varias semanas de negociaciones no se ha hallado cómo superar estas últimas. El propio Martiño Noriega, alcalde de Santiago con Compostela Aberta, pidió esta semana que todas las partes renuncien a algo para poder crear una lista de unidad, un mensaje a favor del acuerdo que también lanzó el regidor de A Coruña, Xulio Ferreiro (Marea Atlántica).
Podemos Galicia ofrece que esa Marea gallega se constituya como una federación de su partido en la comunidad, condicionando un grupo en el Congreso a los resultados de las elecciones generales, de forma similar al PSC, que carece de independencia en el Congreso, con el PSOE. "Nosotros no asumiremos eso", añade una fuente vinculada a las negociaciones y que defiende la creación de una Marea gallega. Esta alega que la creación de un sujeto político nuevo impediría la sumisión a lo que dicte Podemos en Madrid y permitiría la creación de un grupo propio, que garantizaría posicionarse en cuestiones como la independencia de Cataluña o un debate que afecte a Galicia frente a otros territorios.
Por otro lado, Podemos en Galicia mantiene sus tensiones internas, más acentuadas en círculos como el de Vigo, clave debido a que es el que mayor afiliados posee y a que es la mayor ciudad de la comunidad. En las últimas semanas se han producido varias bajas, como la de Ana Sánchez, excandidata a dirigir el partido a nivel gallego, o Carmen Santos, la persona más votada de la cúpula. Ambas apuestan por una candidatura de confluencia. La segunda incluso ha dejado su cargo en el consejo vigués, aunque no la militancia y opta a sumarse a la coordinadora de Encontro por unha Marea Galega. También dejó su puesto por motivos personales José Manuel Prieto, responsable del partido en Vigo.
