La Guardia Civil imputa a un vecino de Agolada la supuesta autoría de 29 incendios forestales, todos ellos cometidos durante los últimos meses en montes de distintas parroquias de este municipio. Gustavo V.C., de 39 años, fue identificado por agentes de la Benemérita a raíz de los dispositivos de prevención de fuegos forestales y las investigaciones que se habían estado desarrollando por efectivos del instituto armado en las comarcas de Deza y Tabeirós. Una de las pistas clave fue el constatar los movimientos sospechosos de un turismo por distintos parajes de la comarca.

El vecino, natural de la parroquia agoladense de Bais, es reincidente e incluso llegó a ingresar en prisión en septiembre de 2012 acusado de provocar 150 incendios en distintos puntos de la geografía gallega, también en Agolada. Fuentes de la Guardia Civil explican que las investigaciones se intensificaron a raíz de los numerosos fuegos ocurridos el pasado día 5 de este mes en las parroquias agoladenses de Órrea, Santa Comba, Carmoega y Ferreiroa. El vehículo que los agentes habían estado vigilando resultó ser el del ahora imputado por 29 incendios. En las pesquisas también tuvo relevancia el hecho de que la Benemérita determinó que el modus operandi de estos últimos incendios forestales ocurridos en distintas zonas del municipio dezano se correspondían con los procedimientos utilizados en otros 24 fuegos ocurridos también durante el presente año en Agolada.

El supuesto autor de estos delitos, con el agravante de que se trata de un caso de reincidencia en la comisión del mismo, deberá comparecer en calidad de imputado ante el titular del Juzgado de Instrucción Número 2 de A Estrada.

El acusado es un viejo conocido para la Benemérita y también para muchos vecinos del municipio agoladense. Casado y con dos hijos, fue enviado al penal de A Lama hace ahora casi tres años acusado de provocar los fuegos que calcinaron una superficie de 248,91 hectáreas. Y acusado de provocar más de 150 incendios en las provincias de Pontevedra, A Coruña y Lugo. Aprovechaba viajes con otros motivos a distintas zonas de la geografía gallega para incendiar el monte y en algún caso llegó a ser él mismo el que se encargó de llamar a los servicios de emergencias. Había sido arrestado en al menos otras cinco ocasiones.