Galicia lidera junto a Murcia el crecimiento en la prescripción de medicamentos génericos. En la batalla por reducir el gasto farmacéutico, la Conselllería de Sanidade incentiva las recetas de fármacos génericos, más económicos que los medicamentos de marca y con los mismos efectos. En lo que va de año, entre mayo de 2014 y mayo de 2015, la venta ha subido un 6%, el mejor porcentaje después de Murcia, donde se incrementó un 6,6%.
Plus salarial a los médicos para que prescriban más genéricos, envío periódico a los doctores de comparativas con otros médicos que recetan más genéricos, informes de a cuánto ascienden los medicamentos que recetan, controles especiales a los médicos con un gasto farmacéutico más elevado, planes de control de los pacientes que toman un elevado número de fármacos al día, .... estas son algunas de las iniciativas puestas en marcha por Sanidade para contener el gasto farmacéutico.
Aún así Galicia no es de las autonomías donde se recetan más genéricos. El departamento que dirige Rocío Mosquera pretende superar el 40%, pero todavía es del 35,7%. La media estatal es del 39 por ciento del mercado, según los datos facilitados por la consultora IMS Health. El comportamiento es desigual entre autonomías. La gallega es la novena comunidad donde los médicos mandan tomar más génericos a sus pacientes. Muy por encima está Castilla y León con el 45,7% y Andalucía, con el 44,5%. El índice más bajo es el de Murcia con el 30,7%.
Rebajar la receta farmacéutica con más genéricos no es una cuestión baladí en Galicia, pues el gasto medio anual en recetas de los gallegos es de 248 euros, una cifra solo superada por los extremeños, con 269 euros al año, según un informe del EAE Business School, con datos del Ministerio de Sanidad, el INE y la OCDE.
Hasta mayo de este año, Galicia ha sido una de las tres comunidades que recortó el gasto farmacéutico, un 2,16%. Las otras dos son Castilla-La Mancha, con un descenso del 0,13%, y Cataluña, del 0,04%.
También ha ayudado a rebajar la factura final la entrada en vigor, ya en 2012, del copago farmacéutico, con la correspondiente redistribución de las aportaciones en los distintos colectivos (de activos a pensionistas) por las medicinas en las boticas. Los sucesivos ajustes a la baja en el coste de los fármacos mediante los cambios normativos en los precios de referencia han sido además esenciales.
