Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los otros malos tratos

En el último lustro, Benestar recibió más de 150 denuncias por insultos, humillaciones, abandono o lesiones a ancianos

Los ancianos sufren en silencio el maltrato // S. Torralba

Romper viejos tabúes y visibilizar la violencia de género ha sido un proceso largo, pero en la actualidad ya son muchas las mujeres que denuncian -más de 5.200 en el caso de Galicia el año pasado-. Pero en el seno de las familias la violencia va más allá de maridos o parejas que maltratan a sus esposas. No faltan padres que golpean a sus hijos o menores que pegan a sus padres. Y aún existe otro colectivo de víctimas, los ancianos, que suelen sufrir en silencio las agresiones físicas o psicológicas, cuando no se trata de dejadez o abandono: los ancianos. Aunque pasan más desapercibidos y en muchos casos son vecinos o allegados los que levantan el teléfono para denunciar, los registros del INE contabilizaban el año pasado en Galicia un total de 117 personas con más de 65 años con una orden de protección o medidas cautelares dictadas por un juez.

Aunque la Consellería de Traballo e Benestar no es la única que recibe las denuncias que afectan a este colectivo, porque también pueden presentarse en la policía o en fiscalía, el departamento de la Xunta habilitó un teléfono específicamente para atender a este colectivo, primero denominado do Maior y ahora Social, a través del que recibe una veintena de notificaciones por año donde se da la voz de alarma sobre este tipo de casos.

Solo en el último lustro, los técnicos de la consellería recibieron a través del teléfono un total de 153 denuncias, a la que hay que sumar otro aviso notificado mediante correo electrónico específico. Casi siempre las llamadas superan la veintena, aunque en 2011 las acusaciones de supuestos malos tratos superaron las 40. En 2013 y 2014, los avisos fueron los mismos, un total de 23, aunque hace dos años los servicios sociales confirmaron que las denuncias eran fundamentadas en diez casos y el año pasado solo consiguieron verificar en ocho situaciones que el anciano era víctima de algún abuso.

A juzgar por los datos del año pasado, el maltrato psicológico es el peligro más habitual para este colectivo, ya que en ocho casos ese fue el motivo de la denuncia. Solo en dos ocasiones las agresiones fueron físicas. Las negligencias en los cuidados también son frecuentes (en tres casos), aunque las situaciones de presunto abandono son más numerosas (hasta 8 casos). De esas denuncias, en ocho casos se confirmaron situaciones de maltrato o abandono, lo que motivó la intervención de los servicios sociales. A tres de las víctimas incluso se les ofreció un ingreso urgente en una residencia para mayores, pero otros dos ancianos que habían quedado desamparados no aceptaron la ayuda de los servicios sociales.

En lo que va de año, las cifras apuntan en la misma dirección, ya que hasta ahora Traballo ha recibido ocho denuncias por teléfono y una vía internet. En dos casos se comprobó ya el agravio y se tramitó su ingreso en una residencia, mientras que de otros se encarga ahora la fiscalía al detectarse una situación "grave".

Compartir el artículo

stats