El plan Castellano de captar inversores privados para garantizar la viabilidad en solitario de Novacaixagalicia -posteriormente NCG Banco SA- logró un resultado pírrico. Algo más de 70,6 millones de euros de los más de 650 que se había propuesto la entidad en mayo de 2011, justo después de conocer que necesitaba 2.622 millones de capital adicional para sobrevivir. El dinero aportado por inversores y empresarios gallegos se diluyó por completo cuando la entidad entró en proceso de resolución, razón por la cual varios de ellos demandaron a NCG y al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) al considerar que se les había engañado. La Audiencia Provincial de A Coruña acaba de fallar contra Gallega de Distribución de Alimentación (Gadisa), que perdió más de 10,1 millones en la entidad. La juez María Josefa Ruiz Tovar, presidenta del Tribunal, no solo desestima las pretensiones de Gadisa de recuperar su inversión, sino que llega a cuestionar el atractivo del Proyecto Sotomayor, con el que José María Castellano buscó el compromiso del capital gallego para eludir el rescate total de NCG.
| Oferta no atractiva. "Con los mismos datos y con la misma información -dice la sentencia-, a muchos posibles inversores no les resultó atractiva la oferta de compra de acciones de NCG Banco SA". Y la resolución judicial va más allá al recordar las notorias ausencias de grandes patrimonios gallegos a la hora de apostar por un proyecto contaminado -así lo explica la Sala- de presiones políticas, compromiso patriótico gallego o por la confianza que, en su día, depositaron los empresarios en la figura de José María Castellano.
| Las ausencias. Como reza la sentencia, "por una parte llama la atención quiénes acuden a ejercitar la opción de compra [...] Pero también resultan significativas las retiradas de compromisos previos", dice al referirse a un empresario que iba a apostar 40 millones en el proyecto. Y los magistrados ahondan. "Pero, sobre todo, llama más la atención no tanto los que están, sino los que faltan. Hay notorias ausencias de capital coruñés", dice. Pese a que antiguo secretario de la entidad así lo llegó a filtrar a algunos medios, nunca se supo del interés de la segunda mayor fortuna del mundo, gallega, en NCG Banco: Amancio Ortega. Tampoco de Manuel Jove, accionista entonces de referencia en BBVA. Y sigue. "¿Dónde está el capital lucense? De Ourense solo acudió el sr. Gómez-Franqueira [Coren]. ¿Dónde están los empresarios de la zona de Arousa? Y, sobre todo, ¿dónde está el capital vigués?".
| Iniciativa de Castellano. La sentencia es contundente a la hora de señalar que fue Castellano y no el FROB quien llevó a cabo el plan para captar inversores gallegos. "El 26 de agosto de 2011 por orden de José María Castellano se remite a Roberto Tojeiro [Gadisa] un correo electrónico adjuntando una carta modelo de compromiso por parte de inversores a la adquisición de acciones del futuro banco". De hecho el texto de la Audiencia plasma lo siguiente: "El FROB no mantuvo reunión alguna, ni captó capital, sino que lo hizo el banco". Por este motivo rechaza la demanda de Gadisa contra el Fondo: "Ahora se plantea que la solución a tal inversión ideada por algún alto cargo del FROB fue engañar a Gadisa para recuperar 10 millones de euros. Es una gota en un océano, carece de lógica".
| La confianza en el "capitán" del proyecto. "Que el proceso fuese capitaneado por José María Castellano completaba la confianza de posibles inversores, por lo que Gadisa consideraba que responder a esa llamada de aportación de capital constituía una labor de apoyo a la economía gallega", recoge el texto judicial.
| Las presiones. "En todo el proceso -añade la Sala- hubo una firme voluntad por parte de las instituciones públicas de preservar la galleguidad de la entidad bancaria. En ese sentido se pronunciaron tanto desde el Gobierno gallego, por parte de sus conselleiros, como también por los líderes de los partidos de la oposición".
| La motivación. "Bien fuese por presiones de los políticos, bien por sentimientos patrióticos, bien porque confiase a ultranza en Castellano [...], Gadisa siguió adelante con la compra. Simplemente es una inversión fallida".
