Los presupuestos gallegos del próximo año podrán ascender hasta los 8.873 millones de euros, porque esta cifra es el techo de gasto que ayer aprobó la Xunta y que marca, a falta de ser ratificado por el Parlamento, el compromiso presupuestario máximo que podrá asumir la Administración autonómica. Este límite supone un incremento del 5,2% con respecto al pasado año, lo que representa 438 millones de euros más, y es también la cifra más elevada de los últimos cinco años. Uno de los aspectos más importantes, según destacó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, es que las mayores posibilidades de gasto no llegarán por la vía del endeudamiento, sino por el aumento de los ingresos ordinarios. El cuadro macroeconómico aprobado ayer también prevé que el paro baje en 2016 al 18,3% y que la economía crezca en un 2,4%, lo que supone cinco décimas menos que la evolución prevista para el conjunto del PIB español (2,9%), por lo que la brecha continuará ensanchándose.

Estas magnitudes, según puso de manifiesto Feijóo, "reflejan de forma clara la mejora de la situación económica". Porque, precisó, permitirán seguir cumpliendo el objetivo de déficit con un cada vez menor recurso al endeudamiento para nutrir las arcas autonómicas, bajar los impuestos con mayor intensidad, devolver parte de los recortes aplicados a los empleados públicos, mejorar los servicios públicos y estimular la recuperación económica.

El techo de gasto como regla para limitar el volumen de los presupuestos se comenzó a aplicar en 2012. Ese año se fijó en 8.771 millones, para ir bajando luego cada anualidad hasta los 8.435 de este ejercicio. Ahora, se incrementará por primera vez y además será la cifra más alta de los últimos cinco años, si el Parlamento lo aprueba tal como está en el pleno extraordinario que está convocado para la próxima semana.

El aumento ha sido posible en gran parte por el aporte adicional de 413 millones a Galicia procedente del sistema de financiación autonómica. Eso, junto con una mayor recaudación por la evolución de la economía, le permitirá a la Xunta contar con unos ingresos no financieros de casi 8.700 millones de euros. El resto, 174 millones, llegará por la emisión de nueva deuda, que se queda a menos de la mitad de la autorizada este año (403 millones). La razón es que mientras en 2015 el objetivo de déficit -desfase entre gastos e ingresos que se nivela con nuevo endeudamiento- en Galicia era del 0,7% del PIB, en 2016 será del 0,3%.

El cuadro macroeconómico prevé que la economía gallega crezca un 2,4% en 2016, pero lo hará a menor ritmo que la española en su conjunto. Para este año, el pronóstico está fijado en el 2%, aunque no se descarta, como avanzó el conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, que se pueden revisar al alza en septiembre y ganar alguna décima, si bien por ahora prefiere dejarlo como está,

Lo que sí estima una mejor evolución que la media española es en el comportamiento del paro. La Xunta calcula que 2016 se cerrará con una tasa de desempleo del 18,3%, lo que supondrá 1,8 puntos menos que la media de España.

El Gobierno gallego tampoco descarta subir los salarios de los empleados públicos, pero el conselleiro emplazó esta decisión a la marcha de la economía y a la negociación previa con los sindicatos.

Realismo

"Desde que llegamos al Gobierno de la Xunta hemos actuado con responsabilidad y realismo y esto ahora significa que tenemos una mejor situación económica, que los ingresos de la Administración pública van a subir y que tenemos que aprovecharlo para hacer cosas", destacó Feijóo, quien insistió en que Galicia va a cumplir de nuevo con los objetivos de estabilidad y que le parece acertado que el Gobierno central hay impuesto un déficit igual para todas las comunidades autónomas.

"Somos ambiciosos pero realistas y eso nos permitirá mantener el gasto social, educativo y en sanidad y al mismo tiempo activar nuevas políticas para incentivar la recuperación económica", terció el conselleiro de Facenda.

El PSOE, por su parte, ha restado importancia al incremento del techo de gasto presupuestario para 2016, debido que al final la Xunta siempre presenta unos pobres niveles de ejecución. "El presupuesto hay que cumplirlo y la Xunta no se caracteriza precisamente por ejecutarlos al 100%. Los socialistas también censuran el conformismo del Gobierno gallego con los 413 millones que aportará el sistema de financiación y le acusa de "sumisión" ante Hacienda.