Cinco fuegos permanecen activos en Galicia durante este miércoles tras arrasar 882 hectáreas, según los cálculos provisionales ofrecidos por la Consellería de Medio Rural esta mañana. El que más preocupa a los servicios de lucha contra el fuego es el que, desde ayer a mediodía, cerca varias poblaciones de las afueras de la ciudad de Ourense y que sigue arrasando sin control varios montes de la zona.

La Xunta ha actualizado la superficie quemada hasta las 197 hectáreas. Además ha desactivado el nivel 2 de alerta decretado ayer porque el fuego cercó inmuebles habitados, lo que requiere de la adopción inmediata de medidas de protección y socorro. Los vecinos de Palmés y de otras localidades del entorno de la capital ourensana como Untes han permanecido en alerta durante la noche mientras veían como las lenguas de fuego descendían por laderas de las montañas del río Miño. El humo todavía cubre para de la capital de As Burgas y llueven cenizas en algunos barrios de la ciudad. La situación de las llamas ha mejorado durante la mañana del miércoles.

Las tareas de lucha contra este peligroso fuego han dejado dos heridos. Un brigadista y un agente forestal han tenido que ser trasladados a un centro hospitalario tras una intoxicación por humo. Ambos evolucionan favorablemente, según detalla Medio Rural. Además, un helicóptero sufrió una avería técnica al tomar tierra sin provocar daños personales.

Otro fuego con cuatro focos distintos ya quema más de 20 hectáreas en Pereiro de Aguiar, también en el área metropolitana de Ourense, en una zona densamente poblada con viviendas unifamiliares.

Estabilizado Vilardevós y extinguido Entrimo

En Ourense permanece activo otro fuego. El de Arzádegos (Vilardevós) ha quedado estabilizado tras quemar 55 hectáreas. Mientras, que los de Entrimo y A Mezquita han sido declarados extinguidos tras consumir 15 y 102 hectáreas protegidas respectivamente.

Provincia de Lugo

Los fuegos de Folgoso do Courel y Navia de Suarna permanecen controlados tras abrasar, según estimaciones provisionales del gobierno gallego, 195 y 410 hectáreas respectivamente, todas en terrenos protegidos por Red Natura con un alto valor medioambiental.