La reforma electoral municipal que plantea el PP y que esta misma semana llevará al Congreso permitiría en Galicia, de acuerdo con los últimos resultados de los comicios, que en 34 concellos donde ahora gobiernan las listas más votadas sus alcaldes no necesitasen pactos o coaliciones para la gestión diaria del concello.
Si la reforma estuviera ya vigente, el PP sumaría 27 alcaldías más y el PSdeG tres, pues accederían al poder donde fueron los más votados, con más del 35% de las papeletas, y donde ahora gobiernan otras formaciones. Además donde ya detenta el poder con mayoría simple lo tendría más fácil para gobernar y podría olvidarse de negociar.
La formación más beneficiada en la comunidad autónoma sería el PSOE, pues en veinte casos sus regidores podrían haber llevado directamente el bastón de mando sin pasar por negociaciones previas para garantizar la investidura. Nueve de los municipios pertenecen a la provincia de A Coruña: Culleredo, Ares, Bergondo, Betanzos, Cariño, Neda, Negreira, Santa Comba y Sobrado. En Lugo habría otros cinco (Guitiriz, Ourol, O Valadouro, Viveiro y Xermade), por tres de Pontevedra (A Guarda, Nigrán y O Grove) y otros tres de Ourense (Castro Caldelas, O Carballiño y Piñor).
El Partido Popular, por su parte, se habría bastado por si solo para acceder a la alcaldía sin apoyos a pesar de no tener la mayoría absoluta en siete ayuntamientos. Dos en A Coruña (Padrón y Ribeira), otros dos en Ourense (Punxín y Ramirás) y tres en la provincia de Lugo (Foz, Mondoñedo y O Corgo).
El BNG habría hecho lo mismo en dos municipios, en Poio (Pontevedra) y en Santiso (A Coruña), mientras que otras formaciones minoritarias también se habría visto reforzadas en cinco concellos más: en Narón, en Teo, en Valdodubra, en Sandiás y en Salceda de Caselas.
En las ciudades, la incidencia de la reforma electoral planteada por los populares sería menor. En Pontevedra el BNG reforzaría simplemente su papel y en Ferrol sí que se produciría en cambio, ya que el PP, como primera fuerza y tras superar el 35% de los votos, tendría garantizada la alcaldía que finalmente se llevó la Marea con el apoyo de las demás fuerzas.
De aprobarse la modificación tal como está planteada inicialmente, además de Ferrol el PP se habría hecho con otras 26 alcaldías más, once en Pontevedra, ocho en A Coruña, seis en Ourense y cinco en Lugo.
El Gobierno central defendió ayer la oportunidad de presentar ahora la reforma ya que se está a cuatro años de los próximos comicios, que sería cuando entraría en vigor. La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría sostuvo que ahora es un "buen momento" para plantear este asunto y defendió la pertinencia de la propuesta del PP de establecer en las municipales una prima mayoritaria en el caso de que se consiga un porcentaje de votos superior al 35 % y, si no, una segunda vuelta.
Con los resultados de las municipales del 24 de mayo en la mano, el sistema de elección de alcaldes que propugna el PP hubiera abocado a 30 capitales a votar en segunda vuelta, entre ellas Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Zaragoza, pues en ninguna de ellas ningún partido se hizo con el 35 % de los votos.
En una entrevista en Cuatro, la vicepresidenta rechazó que el PP pretenda así lograr lo que no consigue en las urnas al afirmar que "si hubiera sido así, se hubiera planteado antes de las elecciones" y defendió la propuesta en aras de la "estabilidad".
El PSOE, por su parte evita entrar en el contenido de la propuesta e insiste en que no les parece el momento oportuno de debatirla, a pocos meses de las generales.
