El pacto entre el PSOE y el BNG para gobernar por primera vez la Diputación de Pontevedra y desalojar al PP está a un paso del apretón de manos. Las dos comisiones ultiman el documento final, intercambiando borradores por correo electrónico, y "solo quedan flecos", apuntan fuentes conocedoras de la negociación. El concejal y diputado nacionalista César Mosquera manifestó ayer públicamente que las conversaciones van "razonablemente bien" y se mostró optimista. Carmela Silva presidirá la institución, como se planteó desde el principio sin que los nacionalistas pusiesen objeción a ello, y Mosquera se perfila como uno de los vicepresidentes. La sesión de investidura se celebra el viernes.
El BNG remitió el lunes un texto y el PSOE respondió ayer. "Faltan matices sobre aspectos como competencias de áreas, pero está casi cerrado", indican las citadas fuentes. "El acuerdo programático está muy avanzado y solo quedan pequeños detalles", coincidió Mosquera.
La negociación en Pontevedra ha sido fluida desde el principio, sin sobresaltos, al contrario que la que mantienen socialistas y nacionalistas en A Coruña. Esta, no obstante, parece despejada tras estar el BNG dispuesto a renunciar a la presidencia, una línea roja, al abstenerse de negociar la Marea Atlántica. El portavoz nacional, Xavier Vence, afirmó ayer que el acuerdo programático sellado con el PSOE es "la prioridad" y "facilitará" un gobierno que lo cumpla.
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Uno de los acuerdos ya cerrados entre el BNG y el PSOE en Pontevedra es el de salarios e ingresos de los diputados. Según Mosquera, la cifra actual es de 1.160.000 euros, "y el objetivo es reducirla o al menos no pasar de esa cantidad". Por otra parte, hoy se celebra el último pleno del mandato, solo para aprobar actas. Dieciocho diputados se despedirán al no repetir en la próxima Corporación.