Aunque mejora la competitividad de las empresas gallegas y sus posibilidades de internacionalización, Galicia sigue siendo poco atractiva para los inversores extranjeros. Así lo reconoce la Xunta que advierte que capta menos capital foráneo del que le correspondería según su peso en la economía española.

Como solución propone "ofrecer suelo industrial de calidad ajustado a la demanda, impulsando este recurso como polo de atracción de empresas, facilitando la implantación de nuevas empresas en el territorio y evitando la deslocalización de las implantadas".

Pero el Gobierno gallego no solo cita entre sus debilidades la escasa atracción de inversiones extranjeras sino también la poca capacidad de Galicia de captar talentos en I+D. De hecho, advierte de la "competencia internacional creciente sobre estos recursos así como sobre las inversiones en innovación".