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Sanidad descarta que las farmacias puedan vacunar contra la gripe como estudia la Xunta

Las boticas pontevedresas se ofrecieron a poner la inyección y Sanidade analizaba su encaje legal

Aunque muestren toda la disposición del mundo para hacerlo, por ahora las farmacias no podrán administrar la vacuna de la gripe ni ninguna otra. Esa posibilidad "no se contempla", al menos por ahora, según confirman fuentes del Ministerio de Sanidad a este diario después de que su titular, Alfonso Alonso, lo avanzase ya hace unos días y apuntase que no se prevén cambios en ese sentido. Así que la propuesta del Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra tendrá que esperar por más que la Xunta se haya mostrado dispuesta a valorar su posible encaje jurídico.

Porque la conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, reconocía, en plena ola de la enfermedad, que la Xunta tenía que buscar fórmulas imaginativas para aumentar la vacunación contra la gripe, ya que durante la campaña pasada solo se inmunizaron el 52% de los mayores de 65 años cuando lo aconsejable es pasar del 65% . Una posible opción le llegó del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Pontevedra: los boticarios se ofrecían a la Xunta para administrar ellos mismos la inyección y contribuir así a elevar las tasas de cobertura de la vacunación, que en la provincia ni llegaron al 50%. En esa línea, alegaban que las boticas son más accesibles y próximas al ciudadano y además en otros países, como Canadá, Estados Unidos, Reino Unido o Portugal ya pueden poner vacunas, una opción que se estudió en Francia precisamente para llegar a un mayor porcentaje de población.

Aunque la oferta tropezó frontalmente con el parecer de los facultativos (el Colegio de Médicos de Pontevedra expresó su rechazo y habló incluso de intrusismo profesional) y enfermeros, la Consellería de Sanidade está valorando la propuesta y analizándola desde el punto de vista jurídico. Porque la ley es clara, y a ella se remiten desde el Ministerio: los boticarios no pueden poner inyecciones. Mosquera ya lo tenía en mente cuando aseguró que su departamento estudiaba la sugerencia de los boticarios pontevedreses: "Legalmente tenemos serias dificultades porque no está contemplado que los farmacéuticos puedan poner la inyección", aseguró.

Las farmacias pontevedresas habían propuesto a Sanidade o bien comprar ellas mismas las vacunas y administrarlas o bien que el Sergas adquiriese el fármaco y luego se lo facilitase a los establecimientos (en ese caso percibirían nueve euros por dosis administrada). Si finalmente se autorizase su administración en las farmacias, el programa de prueba se llevaría a cabo en Pontevedra tras formar a los farmacéuticos.

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