Galicia está saliendo de la crisis pero con más desigualdades sociales, sin impulsar la creación de empleo neto y con una economía poco dinámica. Es el diagnóstico de la memoria correspondiente a 2014 presentada ayer por el Consello Económico e Social (CES), cuya presidenta, Corina Porro, dio además dio dos "tirones de oreja" a la Xunta por su falta de colaboración institucional y por "dejar en el cajón sus propuestas".

"Hoy más que nunca hay que tener en cuenta la sociedad civil y está representada en este organismo", pidió Porro que reclamó al Gobierno gallego que tenga en cuenta las recomendaciones del CES al tiempo que le recriminó que no les hayan facilitado las estadísticas sobre beneficiarios del Risga y de las ayudas sociales de emergencia.

Según el dictamen de este organismo sobre la situación económica de Galicia en 2014, el PIB gallego creció el pasado año por primera vez desde 2010 y se redujo la tasa de paro. Sin embargo, Xosé Vázquez, profesor de la Universidad de Vigo encargado de presentar la memoria, advirtió que esta reducción del desempleo se debe no solo a una reactivación económica sino a un descenso de la población activa que busca trabajo, bien porque "se han desanimado" o porque han emigrado.

Además advierte que no hubo cambios en la estructura productiva de la economía gallega durante la crisis. "Le falta dinamismo, no se genera nuevo conocimiento", explicó.

En materia de bienestar social, Vázquez explica que hay "enormes" desigualdades y reclaman a la Xunta medidas para solucionar el déficit de cobertura social que se ha registrado como consecuencia de la crisis económica.

El CES también recalcó que la evolución demográfica de la comunidad autónoma es "tremendamente negativa" y "preocupante" a largo plazo. Por esta razón, recomiendan fomentar un "crecimiento económico sostenible que genere empleo, asentado en políticas activas de conciliación familiar".