El número de familias que llegan con dificultad o mucha dificultad a fin de mes en Galicia ha aumentado en el segundo trimestre de este año hasta el 61,1%, según la encuesta coyuntural de hogares difundida ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE). Esta cifras empeoran los resultados obtenidos en el anterior trimestre, cuando el 58,37% de los hogares gallegos confesaban que llegaban con dificultad o mucha dificultad a fin de mes, y también son más pesimistas que las registradas en el mismo trimestre de hace un año, ya que entonces el 59,4% admitía que se encontraba en la misma situación.

Pese al incremento del número de familias que lo pasan mal para completar el mes, tanto en el primer trimestre de 2014 como también en el primero de 2013 los resultados eran entonces aún un poco peores que ahora, pues llegaban al 60,25% y al 63,8%, respectivamente.

Con todo, aunque entre abril y junio de este año aumentó en 8,5 puntos la cantidad de gallegos que llegan con dificultad a fin de mes frente a los tres meses anteriores, hubo un descenso en 5,72 puntos en los que llegan con mucha dificultad, el único dato destacado por la Xunta en su análisis de la encuesta coyuntural del IGE.

El informe revela que donde hay más familias con problemas son en los concellos de entre 10.000 y 20.000 habitantes. En estos municipios llegan al 72%. Mientras, en los municipios de entre 20.000 y 50.000 habitantes y de menos de 10.000 no superan el 57%.

Por contra, el número hogares con ingresos suficientes para permitirse una vida desahogada ha experimentado una reducción, marcando el mínimo de los últimos quince meses. Entre abril y junio, el 38,9% de los hogares confesaba que llegaba a final de mes con facilidad o mucha facilidad, casi tres puntos menos que entre enero y marzo. Para encontrar un porcentaje más bajo hay que acudir al primer trimestre de 2013 (36,12%) o al último de 2011 (29,12%).

El informe del Instituto Galego de Estatística recoge también que el 27,45% de los hogares gallegos no se permitió ningún extra en los tres últimos meses, entendiendo por esto cualquier gasto destinado a vacaciones o viajes, hacer frente a imprevistos o grandes compras, compra adicional de alimentación o ropa, contratar nuevos servicios para el hogar, salir a cenar o ir al cine.

Muchas familias tuvieron que tomar alguna medida para reducir los gastos, aumentar los ingresos o afrontar pagos pendientes. Y entre las decisiones adoptadas en este sentido, la más común fue la de cambiar los hábitos de compra, acudiendo a las marca blancas o a productos en oferta. Esta costumbre fue el más extendido, implantándose en casi doce de cada cien hogares de la comunidad autónoma.

Otro 10% optó por recortar gastos comunes como ropa, calzado o transporte y seis de cada cien tuvo que recibir ayuda económica de familiares o amigos.

Pese al escenario de crisis y ajuste de los presupuestos familiares, el 62,73% de los hogares gallegos asegura que con sus ingresos podrá salir a cenar, ir al cine o al teatro en los próximos tres meses, un porcentaje que crece respecto al 56,62% del trimestre anterior, mientras que un 37,15% pretende ahorrar algo de dinero (antes era el 35,55%).

Sin embargo, las expectativas de los consumidores no mejoran. Según el informe del IGE, el pesimismo sobre la evolución de la economía gallega, su capacidad futura de ahorro y la mejora del empleo ha aumentado en cuatro puntos con respecto al primer trimestre de este año.

No obstante, la Xunta hace otra lectura bastante distinta. El Gobierno gallego destaca que el indicador de confianza mejoró en cuatro puntos con respecto a hace un año y que alcanza ahora el nivel más alto desde 2004.