Las vacaciones en el Parlamento se acortan. La Cámara gallega reducirá sus días de descanso y adelantará un mes el inicio de su trabajo ordinario. La intención es que este mismo año se reanude la actividad en el hemiciclo en septiembre; y además se ampliará el otro de los periodos de sesiones y los parlamentarios volverán a O Hórreo desde mediados de enero, tras el descanso navideño.

En este calendario vacacional coinciden el grupo mayoritario, el PP, y los socialistas, aunque la pretensión, según fuentes consultadas por Europa Press, es buscar el consenso de todos los partidos para la reforma del reglamento de la Cámara. Con la modificación de las normas parlamentarias también se pretende acabar con los problemas surgidos en el reparto de iniciativas tras la llegada de una segunda diputada al Grupo Mixto, ambas provenientes de AGE.

Para llevar a cabo la reforma hay dos posibilidades. Por un lado, en el próximo pleno se debatirá una proposición de ley del Grupo del PSdeG, en la que se recoge esta idea, aunque la propuesta de los socialistas profundiza en otros aspectos del reglamento a los que los populares no hacen referencia por el momento.

De manera paralela, el PP registró una proposición de ley por la vía de urgencia para una reforma más restringida. Sin embargo, todavía no ha sido tomada en consideración en el pleno y, esto significa, que no daría tiempo a su tramitación en este periodo de sesiones de una manera ordinaria. De esta forma, cabe la posibilidad de que los populares apoyen ya que se tramite la propuesta del PSdeG el martes y que conviertan sus retoques en enmiendas al texto de los socialistas, grupo con el que coinciden en aspectos como el de la ampliación de los periodos de sesiones y en ciertas cuestiones del reparto de iniciativas.

En su propuesta de ley, los populares aprovechan para resolver, por la vía de otros cambios en el reglamento, la polémica que ha acarreado el nuevo reparto de iniciativas con la entrada de una segunda diputada al Grupo Mixto.

En la reorganización del cupo de iniciativas, los grupos del BNG y de AGE se quedaron sin varias iniciativas, entre ellas, sin la posibilidad de realizar en todas las sesiones de control preguntas dirigidas al presidente de la Xunta. Esta situación obtuvo el rechazo de la oposición, no sólo de AGE y BNG, sino también del propio Grupo Mixto, que quería su cuota de iniciativas sin que ello supusiese una merma para las demás fuerzas del Parlamento. De hecho, los nacionalistas ya presentaron un escrito de amparo ante el Tribunal Constitucional ante lo que consideran una "vulneración" de sus derechos.

La reforma que el PP gallego impulsa pretende zanjar esta discusión con una modificación de la norma. Así, el reglamento ya no permitirá participar a los grupos que no formulan la interpelación y limitará a un máximo de tres las preguntas al jefe del Ejecutivo por pleno.