El PP deja en manos de Dositeo Rodríguez, imputado por presuntas irregularidades en la gestión de la Fundación Cela, su dimisión como miembro del Consello de Contas, el órgano fiscalizador de la administración, si bien reconoce, en palabras de su portavoz parlamentario, Pedro Puy, que el mantenimiento de su cargo en su situación judicial no resulta "deseable".

Las palabras de Puy se produjeron un día después de que Rodríguez, exconselleiro en la Xunta de Manuel Fraga y exdirigente del partido en Santiago, fuese imputado y citado a declarar el próximo día 22 de julio en una causa que investiga malversación de fondos públicos. También prestarán declaración la viuda de Cela, Marina Castaño, y el exgerente de la fundación, Tomás Cavanna, a los que se le imputan también delitos de fraude en subvenciones y apropiación indebida.

La juez considera que los imputados avalaron un despido "simulado" de Cavanna por 150.000 euros después de que la Fundación Cela recibiese una inyección de 230.000 euros procedentes de la Xunta para evitar su quiebra, pagar los despidos de personal, entre ellos el del gerente, y asumir su gestión. Unos correos electrónicos mostrarían, sospecha la magistrada, que se pactó el despido de Cavanna, que merecía, según Marina Castaño, una "ilimitada generosidad".

Puy ya se refirió al caso el lunes, pero ayer matizó que la dimisión exigida por AGE y BNG -el PSdeG se limitó a exigir explicaciones- se debe analizar como "reflexiones personales" del afectado, pues la Cámara no puede revocar el nombramiento de Rodríguez como miembro de Contas. Además, defendió que este se inhiba cuando el organismo analice la situación de la fundación para fiscalizar sus cuentas. "No conozco a fondo el tema, no me gusta dar juicios éticos ni establecer términos de comparación con ninguna empresa", alegó Puy cuando se le preguntó si era "ético" que más de la mitad de dinero de la inyección de la Xunta se destinase a un solo despido y si debería extender esa fórmula a firmas donde sus trabajadores no cobran despidos, informa Europa Press.

La imputación de Rodríguez acaparó gran parte de la atención en la rueda de prensa posterior a la reunión de la junta de portavoces en el Parlamento autonómico. La oposición exigió explicaciones a la Xunta, al recordar que miembros del Ejecutivo avalaron el recorte de personal que incluía el despido de Cavanna en 2010, entre ellos el entonces conselleiro de Cultura, Roberto Varela, y el actual titular de Facenda, Valeriano Martínez.

El PSdeG, sin embargo, evitó pedir el cese de Rodríguez, que en aquel momento carecía de cargo público y era solo patrono de la fundación con sede en Padrón. El portavoz parlamentario socialista, José Luis Méndez Romeu, evitó "condenar" al exconselleiro antes de contar con una "posición oficial" de la Xunta, que el lunes ya defendió la legalidad de la actuación.

AGE y BNG sí exigieron el relevo inmediato del miembro de Contas. Xosé Manuel Beiras, portavoz del primer grupo, calificó la situación "ya no de esperpento, sino de paranoia" y vinculó el cambio de conselleiro como una cuestión de "ética". "Ya se sabe cómo funciona el PP", añadió.

Por su parte, el frentista Francisco Jorquera exigió una comisión de investigación, con el apoyo de AGE, para acabar con el "oscurantismo y falta de transparencia" de la fundación que vela por el legado del Premio Nobel.