Uno de cada tres euros del presupuesto familiar se va a los gastos de la vivienda, incluidos los servicios, como el agua, la electricidad y el gas. El consumo energético, por sí solo, representa cerca del 6,7% del desembolso total al año. El doble de lo que se lleva el cuidado de la salud y por encima también de la ropa y el calzado. Es una partida básica en el día a día del ciudadano y en la que se suma la peor de las combinaciones posibles en tiempos de parálisis económica: su encarecimiento y la pérdida de poder adquisitivo por parte del consumidor ante los recortes salariales y el elevado nivel de paro. Eso explica que entre 2007 y 2013, los peores años de la crisis, el número de hogares que no pueden afrontar el pago de sus necesidades de luz y calefacción mínimas se haya disparado del 3,6% al 9,88%. Como ocurre con la tasa de pobreza en general y el riesgo de exclusión, Galicia se aparta de los niveles más elevados del Estado. La tasa en su caso se sitúa en el 6,22%.

La cuarta más baja entre todas las comunidades. El abastecimiento de electricidad y el gas es un problema insalvable para casi 65.000 hogares de la región, según el monográfico elaborado por el grupo Economics for Energy, que dirige Xavier Labandeira, catedrático de la Universidad de Vigo, y Pedro Linares, vicerrector de Investigación de la Universidad Pontificia de Comillas. El porcentaje cuadra como un guante con lo que reflejaba la última encuesta del Instituto Galego de Estatística (IGE) sobre condiciones de vida de las familias. Que más del 6% acumula retrasos en el abono de recibos como estos.

La comparación con los índices de pobreza general "parece indicar un problema específico de pobreza energético distinto" o, "al menos", una "elevada influencia del componente energético en la incidencia de la pobreza", señala el informe presentado ayer. Hogares a los que el coste de los servicios les "hace situarse en condiciones de pobreza". Tras la depuración de los indicadores de niveles de renta, el mínimo de población con problemas ronda siempre ese 9%, hasta 1,8 millones de familias. La pobreza energética, incide Economics for Energy, se concentra entre aquellas con menos recursos, "reforzando de nuevo la idea" de que es "un componente de la pobreza general".

El panorama es especialmente duro, por esa misma razón, en aquellos territorios en los que la tasa de riesgo de pobreza y exclusión social está en volúmenes difíciles de digerir. Cerca de una cuarta parte de las familias de Melilla no puede cubrir sus necesidades energéticas. El 16,6% de las de Ceuta y por encima del 15% en Canarias y Andalucía.

El equipo liderado por Labandeira y Linares constatan que la factura media de la electricidad se encareció un 76% en los últimos siete años. Un 35% la del gas natural. La vulnerabilidad ante la pobreza energética azota particularmente a las familias numerosas. Sobre todo cuando sus ingresos no llegan ni a la mitad de la media y los hijos son menores de 14 años. Y algo muy llamativo y en lo que pocos informes se han parado hasta ahora: la climatización de los hogares es diferente en función de la localización. De ahí, según los expertos de Economics for Energy, que las necesidades de energía no sean las mismas y que territorios como Madrid, uno de los que tiene menos problemas de exclusión social, esté por encima en pobreza energética que la misma Galicia o Castilla y León.

El descuento del 25% en el recibo de la luz para los contratos de menor potencia, el llamado bono social, "no es una mala medida", según Labandeira y Linares, pero "claramente mejorable". ¿Por qué? Porque solo afecta a la electricidad y "no protege específicamente a los consumidores más vulnerables". "El 78% de los beneficiarios -explican- lo son por tener una potencia inferior a 3 kilovatios, cuando los datos prueban que un consumo bajo no implica vulnerabilidad a la pobreza energética". Economics for Energy propone como alternativa una transferencia de cuantía fija exclusivamente a las familias necesitadas y para los gastos energéticos, a cargo de los presupuestos públicos y no del sistema eléctrico.

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